Fuentes del entorno de Sánchez y de González confirmaron a Servimedia que, los “dos solos”, mantuvieron este encuentro en un restaurante madrileño y que la reunión venía fraguándose desde semanas atrás. Como adelantó el digital ‘El Confidencial’, González y Sánchez se habían intercambiado mensajes hasta cerrar esta cita.

De esta manera, Sánchez ha recuperado el contacto con el expresidente después de que éste apoyara a Susana Díaz en las pasadas elecciones primarias que venció el hoy líder del PSOE.

El distanciamiento entre ambos nació antes de que Sánchez dimitiera de su cargo tras el Comité Federal del 1 de octubre. De hecho, unas declaraciones de González en días previos fue el detonante de que algo pasaba en el seno socialista.

Tras la victoria en primarias de Sánchez en mayo de 2017, el expresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE admitió que está “en minoría”. “Si lo que quieren decir es si estoy en minoría, estoy en minoría, como otras veces, pero creo que hay que apoyar a la mayoría”, admitió entonces, para después añadir que “hay que fortalecer al partido, hacer un buen congreso y salir con un proyecto sólido, de recuperación”.

En los últimos tiempo González ha dicho en varias ocasiones que "el debate actual no identifica ciertos desafíos", lo que ha despertado en el expresidente "un sentimiento de orfandad".

En una entrevista en El Mundo, González desveló que Sánchez "me envió un mensaje de felicitación y días después otro en el que me decía que a ver si nos veíamos".

Fuentes consultadas restaron importancia a la cita y la enmarcaron en la normalidad entre dos personas que comparten una “comida amistosa” y en la que han hablado de la situación política por la que atraviesa España.

PASO A PASO

Desde su regreso a Ferraz, Sánchez y su equipo son conscientes de que tienen que recuperar para la causa a los exponentes históricos del partido como han sido los últimos presidentes y ex secretarios generales, y empezaron un acercamiento a Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, que se habían posicionado a favor de Díaz y contra Sánchez.

El primero con el que recuperó sintonía fue con Zapatero, curiosamente el más próximo a Díaz, y con el que se le ha visto junto a Sánchez en varios actos públicos y respaldando sus políticas. El almuerzo de este martes con González puede suponer dar por superada esa frialdad y sitúa el foco en Rubalcaba, que parece el más reacio, a tenor de las declaraciones del ex secretario general y exvicepresidente del Gobierno de las últimas semanas.

Esta nula relación de Sánchez con Rubalcaba se evidenció en el desmarque inmediato de Ferraz tras la reunión, casual, entre el exministro y dirigentes del PDeCat en Madrid, cuya gestión criticó abiertamente Rubalcaba hasta el punto de decir que le habían "puesto como un trapo".