Según informó hoy la Policía Nacional, los arrestados pertenecen a una organización juvenil que cuenta con rangos jerárquicos y tareas bien definidas entre sus miembros.

La víctima, un joven ibicenco de 23 años, llegó a su domicilio con heridas en la cara y en las manos tras celebrar la Nochebuena en la zona de Figueretas, en Ibiza. En principio achacó las lesiones a una caída, según dijo a su madre, pero cuando fueron a despertarle para la comida familiar del día de Navidad no tenía constantes vitales.

Las primeras comprobaciones del equipo de emergencias demostraron que las lesiones que presentaba el joven no tenían apariencia de ser producto de una caída, como él había indicado a su madre.

BANDA VIGILADA

La investigación comenzó con la reconstrucción de las últimas horas del fallecido. El primer dato con el que se contaba es que el joven había llegado a casa sin su móvil. Los agentes pudieron vincular los hechos al grupo de investigados gracias a la localización del teléfono.

El seguimiento del dispositivo llevó a los investigadores hasta Barcelona, donde se identificó a su actual propietario, quien aportó los datos de la procedencia del teléfono y que permitieron relacionarlo con una persona, residente en Ibiza, dedicada a la reparación de móviles.

La localización de este individuo llevó a los agentes hasta un grupo de jóvenes pertenecientes a una organización juvenil que ya estaba siendo sometida a vigilancia por su participación en robos de todo tipo de dispositivos. En el grupo existían diferentes rangos jerárquicos con tareas bien definidas entre sus miembros, incluyendo la puesta en práctica de ritos de iniciación para los nuevos integrantes de la organización.

La investigación ha finalizado con la detención de tres jóvenes por su presunta participación en el homicidio y robo con violencia que la madrugada del día de Navidad acabó con la vida del joven ibicenco de 23 años. Dos de ellos ya han pasado a disposición judicial y el tercero ha quedado en libertad.