El robo tuvo lugar durante la noche del pasado 30 de marzo, cuando varias personas accedieron a una nave industrial en la que se almacenaban muebles y, tras forzar la cerradura de la puerta, cargaron varios de ellos en una furgoneta que días después fue hallada por los agentes y que resultó ser de alquiler.

Según el Instituto Armado, la complejidad de las investigaciones y la certeza de que estaban frente a un grupo organizado motivaron la apertura de la operación "Adri". En una primera fase se centró en la persona que alquiló la furgoneta, que tras su detención dijo que actuaba por encargo y que había recibido dinero para sufragar los gastos y la tarea de entregar el vehículo a otra persona sin saber para qué iba a ser utilizado.

Después fue localizado el hombre que había recibido la furgoneta y que la utilizó en el robo, quien a su vez condujo a los agentes hasta la persona que planeó el delito, que fue detenida el pasado día 1. Este último era quien recibía los encargos de particulares y se encargaba de planear los detalles del robo.

Pese a haberse resuelto el caso, la Guardia Civil continúa las gestiones tendentes a la localización de las personas que encargaban los robos, y de posibles cómplices, por lo que no se descartan nuevas detenciones.