PP, PSOE y Cs rechazan el diálogo bilateral con la Generalitat que reclama ERC
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El PP, el PSOE y Ciudadanos rechazaron este martes en el Pleno del Congreso de los Diputados la moción de ERC en la que solicitaba al Gobierno "establecer, en base al reconocimiento del resultado de las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña y del mandato democrático emanado de las urnas, un diálogo bilateral con el Govern de la Generalitat con el objetivo de alcanzar una resolución democrática a las demandas expresadas de manera permanente en Cataluña".
Joan Tardà defendió la moción con “solemnidad” y con “indignación” por el encarcelamiento de los líderes de un proceso “democrático, cívico y pacífico” que el Estado se empeña en equiparar con una “reunión violenta”. Denunció el “prejuicio anticatalán” que llevó a despreciar el resultado del referéndum de 2006 y ahora a impedir que sea elegido presidente de la Generalitat el candidato con mayor apoyo, y denunció también el “abuso de poder” que ha llevado a buena parte de los catalanes a ejercer la desobediencia civil.
Asimismo, alertó al Estado de que no puede derrotar al independentismo “a garrotazos” porque en ese caso la inestabilidad “se hará crónica”. Un Estado basado en el abuso de poder, advirtió, “tiene marcada en la frente la etiqueta de frágil” y debilita los derechos de todos sus ciudadanos. Sin diálogo bilateral, añadió, solo quedará “intensificar al estrategia represiva” contra un anhelo defendido por buena parte de la ciudadanía catalana.
Aunque pretendieran llenar las cárceles de dirigentes independentistas, aseguró, ERC se mantendría firme en sus convicciones “democráticas, cívicas y pacíficas” y no se cansarían de instar al diálogo bilateral. “Ustedes tienen la respuesta y suya es la responsabilidad”, dijo.
En nombre del PSOE, Marc Lamuà defendió una enmienda instando a los independentistas a formar un gobierno que recupere el respeto a la legalidad y a la Constitución, y dijo claramente a ERC “así, no”, porque los independentistas no suman ni la mitad de los votos y no tienen legitimidad para procalamar la independencia, pero sí deben formar un gobierno que recupere el Estatuto de Autonomía respetando a la mayoría no independentista.
"SEGUIDISMO SERVIL"
Lamuà se mostró convencido de que los dirigentes de ERC no tienen “arrestos” para decir lo que realmente piensan por miedo a ser señalados como “traidores” y a que Carles Puigdemont “les devuelva las 155 monedas de plata con las que el señor Rufián hundió a Cataluña en la miseria una mañana de octubre”.
Se dirigió por ello a un partido “histórico” para pedirle que abandone el “seguidismo servil” a quien ha demostrado no tener “ni un gramo de responsabilidad política” en vez de seguir retorciendo los argumentos buscando un “efecto victimista”. “Desháganse del yugo” de Puigdemont y “sean útiles y ayuden a Cataluña”, les dijo.
ERC no aceptó la enmienda del PSOE y al terminar la intervención del orador socialista el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, le gritó desde su escaño: “Muy bien, Lamuà, llegarás a ministro”.
Carles Campuzano, en nombre del PDECat, coincidió con los argumentos de ERC y subrayó que el independentismo ganó las elecciones en Cataluña en votos y en escaños y el artículo 155 de la Constitución fue rechazado “por la inmensa mayoría de la sociedad catalana”, si bien Ciudadanos fue primera fuerza, “se benefició de la ley electoral” pero no va a gobernar porque la mayoría independentista es “rotunda”.
Insistió en que el bloque independentista es el mayoritario, por encima del que busca una reforma federal de la Constitución y el que reclama una recentralización del Estado, y denunció que las maniobras para impedir la investidura de Puigdemont son propias de los episodios “más vergonzosos” de la historia de España.
Campuzano aseguró que la situación en Cataluña está poniendo de manifiesto “los límites de la democracia en el Estado español”, y apeló a la tradición política socialista para que renuncie a seguir apoyando al PP. “Esto va de democracia, de libertad, y los catalanes persistiremos”, aseguró.
"NO VAMOS BIEN ASÍ"
Aitor Esteban, del PNV, defendió la moción porque apela al diálogo, y puso una emisión en directo de TVE del “presidente de Tabarnia en el exilio” como ejemplo de que el ambiente político y mediático “no ayuda en absoluto” a que se imponga la lógica del diálogo. “No vamos bien así, no vamos a solucionar nada de esta manera”, alertó.
Aseguró que no entiende por qué no se puede elegir a Puigdemont como presidente de la Generalitat, ya que tiene “todos sus derechos”, y denunció que existe en el Estado una mayoría “conjuntada” para impedirlo. Errará el Estado, alertó, si piensa que por tener “la sartén por el mango” se puede limitar a “pasar el rodillo”.
Se dirigió expresamente a “ambas partes” para alertar de la necesidad de ser “valiente” y hablar seriamente de política porque si no no habrá solución, y expresó a continuación su confianza en que las fuerzas mayoritarias no crean la premisa de “Cartago debe ser destruida”, porque eso solo llevaría a “la ruina colectiva”.
En nombre de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta reiteró “con toda cordialidad” que ha sido su partido quien ha ganado las elecciones en Cataluña, y señaló la bandera de España tras la Presidencia del Congreso para subrayar que esa no es “de odio”, pero “la suya sí”, dijo a los independentistas.
Aunque en la moción solo hablan de diálogo y no mencionan la independencia, dijo, “se les ve el plumero” al insistir en la necesidad de reconocer una demanda que en realidad no es mayoritaria en la sociedad catalana.
Joan Vendrell, de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, se refirió a Ciudadanos como “el ombero pirómano” y apeló a los catalanes “humillados” por el desprecio del Estado al diálogo reclamado desde Cataluña y también por la unilateralidad de los independentistas, ignorando a la mitad de la sociedad y proporcionando a la derecha una coartada para la involución y la recentralización.
Vendrell aseguró que la prioridad tiene que ser recuperar el autogobierno con una Presidencia que pueda ejercer. “Basta ya de jugar con las instituciones”, dijo a los independentistas, dirigiéndose a los “amigos” de ERC para pedirles que se deshagan del “chantaje” de Junts per Catalunya. “Cataluña se gobierna desde Cataluña, ni desde Madrid ni desde Bruselas”, afirmó.
Alicia Sánchez-Camacho, del PP, criticó que los independentistas apelen al diálogo cuando son quienes han incumplido las base del acuerdo perpetrando un “golpe de Estado a la ley, a la democracia, a las instituciones y a la Historia”.
Apeló a ERC a “sacrificar” a Puigdemont para una Presidencia efectiva y se dirigió también a Ciudadanos para decirles que es cierto que han ganado las elecciones y pueden sacar a Cataluña de la parálisis presentándose a la investidura aunque sea para perderla, como le instaban a Mariano Rajoy en la legislatura anterior. Diálogo no es monólogo ni es imposición, advirtió.
(SERVIMEDIA)
06 Feb 2018
CLC/gja