Carballeda destacó la importancia que tuvieron para el movimiento paralímpico español los Juegos Paralímpicos de Barcelona 92, porque "supuso un antes y un después en la historia de los deportistas paralímpicos españoles".

"En el año 1988 estuve en mis primeros Juegos Paralímpicos en Seúl y al volver acudimos a Barcelona a explicarle al Comité Organizador que tenían que hacer unos Juegos Paralímpicos estupendos. El interlocutor no sabía ni lo que eran los Juegos Paralímpicos. Sin embargo, fueron maravillosos, supusieron un antes y un despúes en la historia de los deportistas paralímpicos españoles, no sólo en el ámbito deportivo sino también en el social", manifestó.

El presidente de la ONCE considera que los éxitos paralímpicos trajeron también un cambio en la mentalidad de los ciudadanos: "Barcelona cambió después de los Juegos Paralímpicos, los barceloneses habían aprendido mucho de las personas con discapacidad. Lo hicimos entre todos y también lo hicimos en Sevilla, en el año 92 con la Expo, todo el mundo vio que las personas con discapacidad somos capaces de hacer muchas cosas".

Sin embargo, reconoce que aún quedan cosas por hacer. "Estuvimos en el 25 aniversario de Barcelona 92 y nos hubiera gustado un mayor nivel de igualdad y de reconocimiento entre los deportistas olímpicos y los paralímpicos", dijo. "Hay personas que siguen empeñadas en olvidarse de la igualdad".

Sobre las diferencias en los ingresos que perciben los deportistas olímpicos, que duplican a los emolumentos de los paralímpicos, Carballeda concluyó que "estamos avanzando en esa cuestión. Hemos subido la dotación para las medallas paralímpicas y cada día luchamos por acercar esas diferencias".