En esta línea, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, evitó este miércoles valorar los mensajes enviados por Puigdemont al exconseller Toni Comín y manifestó que desde la formación morada están “hartos” de que se “invisibilicen” los derechos de los colectivos sociales.

El líder de Podemos realizó esta afirmación después de que Unidos Podemos registrara hoy en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para defender los derechos de los bomberos forestales.

“Para algunos los sms de Puigdemont y Toni Comín son lo más importante, pero entiendan que nuestra obligación es que no se invisibilicen determinadas cuestiones. Sé que a algunos les da exactamente igual la situación de los bomberos forestales en España. A nosotros su situación (de los bomberos), en Cataluña y en España, nos parece más importante que los sms que se manden Puigdemont y Comín”, subrayó Iglesias ante las preguntas de los medios de comunicación.

Iglesias cargó contra quienes les importa “solamente” el contenido de esos mensajes, en los que el expresidente de la Generalitat reconoce que su hoja de ruta independentista ha “fracasado”, que el Gobierno de Mariano Rajoy ha “triunfado” y que los suyos han “sacrificado” a quienes se fueron a Bruselas.

Dado que “no se habla de otra cosa”, el secretario general de Podemos defendió que la “obligación” del partido morado es pensar en los trabajadores que trabajan en condiciones precarias, por lo que reivindicó el registro de la citada iniciativa en la Cámara Baja.

El presidente del Parlament, Roger Torrent, aplazó este martes el Pleno en el que se pretendía investir a Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. Desde Podemos, ninguno de sus dirigentes se pronunció al respecto e incluso la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, esquivó a la prensa tras la reunión de la Junta de Portavoces para evitar así expresar la posición de Podemos respecto a lo que está ocurriendo Cataluña.

El pasado lunes, Iglesias aprovechó la presentación de unos Presupuestos alternativos a los prorrogados por el Gobierno para criticar que Mariano Rajoy esté dispuesto a hacer “cualquier cosa” con tal de que se hable de Cataluña y no de sus “nefastas” políticas en materia económica.