Así lo trasladó el presidente de CEOE, Juan Rosell, durante su intervención en la jornada sobre diálogo social en la comunidad autónoma de Castilla y León celebrada en la sede del Consejo Económico y Social (CES) de Madrid en la que participaron responsables regionales y nacionales de sindicatos y patronal y que contó con la clausura por parte de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez.

Desde las patronales, Rosell, valoró que con el diálogo social establecido en España “nos ha ido muy bien durante las últimas décadas”, con datos de paz social “espectaculares”.

Sin embargo, el responsable de CEOE instó a “ser valientes y profundizar en las reformas en todos los ámbitos”.

“Son tiempos de ímpetu reformista”, señaló para advertir de que “si perdemos este ímpetu vamos a caer en el declive económico”. En esta línea, Rosell expuso que las leyes “se nos hacen viejas a gran velocidad” y las nuevas realidades se están imponiendo, por lo que “o cambiamos, o nos quedamos atrasados”.

Subrayó que “diálogo quiere decir mucha valentía hacia el futuro” y aprovechó para pedir arriesgar más con las propuestas que se planteen en las mesas de diálogo tripartido.

Por su parte, el responsable de Cepyme, Antonio Garamendi, destacó la capacidad en el diálogo social de llegar a acuerdos, y matizó que “aunque sean de mínimos, es mucho más que planteamientos autoritarios de una parte o de otros”.

Garamendi animó a identificar las posibilidades y hablar de conciliación, de igualdad o de la situación de los jóvenes con el objetivo de ser capaces de pactar en beneficio de la sociedad.

POTENCIAR EL DIÁLOGO SOCIAL

Desde las centrales sindicales, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, reclamó una participación “real” en el marco del diálogo social y lamentó la “inercia hacia la gestión unilateral de la cosa pública”.

A juicio de Sordo, “tenemos que leer correctamente cémo se está situando la sociedad española para tener la inteligencia colectiva para volver a situar la legitimidad para la utilidad” y “saber, en definitiva, a dónde tiene que ir una sociedad”. Sordo pidió potenciar y aprovechar el diálogo social y puso de relieve que con la actual “pluralidad política” se abre una “ventana de oportunidades” para ese diálogo social.

En esta misma línea se pronunció el responsable de UGT, Pepe Álvarez, quien subrayó que “la coyuntura política empuja a que las partes podamos establecer acuerdos”, puesto que “la coyuntura política cambia, eso es el plus que tiene el diálogo social”.

Para Álvarez, “concertar no quiere decir que no se gobierne, concertar en una manera de gobernar” y “sería importante que fuéramos capaces, si de verdad aspiramos a tener un país socialmente cohesionado, que desde el punto de vista del desarrollo económico, social, funcione, sería importante que nos impusiéramos la obligación del diálogo y la concertación”.

CCOO y UGT aprovecharon su intervención también para hacer referencia a algunos de los temas que se tienen que abordar como es, según citó Sordo, la recuperación de la ultraactividad, la sustitución de una parte de la temporalidad por una contratación que favorezca la flexibilidad en la empresa o “repensar bien” el sistema de formación.