Así lo indicó durante la ‘call conference’ en la que analizó los resultados de la compañía en su primer trimestre fiscal de 2018, correspondiente al periodo octubre-diciembre de 2017.

López explicó que el cierre de la planta se debe, además, a que están construyendo un modelo de pala de hasta 80 metros, “que es lo que demanda el mercado en la actualidad y son las más modernas”. En este sentido, indicó que en la planta de Miranda de Ebro las dimensiones de la nave “solo permitían la fabricación de palas de apenas 40 metros”.

Agregó que “no había posibilidad de mejorar la planta y la hemos cerrado”, además de resaltar que “estamos mejorando nuestra cartera de infraestructuras”.

El cierre de esta planta afectará a las 133 personas de la plantilla, pero el director financiero de la compañía aseguró que “podrán ser recolocadas en otras plantas de la compañía repartidas por España, donde la actividad será creciente”.

Por último, comentó que este ERE no se enmarca en el plan de reestructuración que afectará a unas 6.000 personas en todo el mundo, que en España asciende a 235 trabajadores.