Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, en una entrevista en Onda Cero recogida por Servimedia, en la que afirmó que tras la expulsión de los respectivos embajadores, “lo mejor es que las aguas vuelvan a su cauce”.

Por ello, invitó a las autoridades venezolanas a “rebajar la verborrea sin fundamento” que tienen y explicó que el Gobierno español se limita a “tener buenas relaciones y proteger a los nacionales” que residen y tienen negocios en Venezuela.

Precisó que después de que ambos países declarasen “persona non grata” a sus respectivos embajadores, las embajadas “siguen abiertas” y encabezadas por los encargados de negocios para intentar que la situación transite por los “canales más sensatos posibles”.

A pesar de que afirmó que “no puedo garantizar nada” respecto de la ruptura de las relaciones diplomáticas con Venezuela, afirmó que “no hay ninguna razón” para que se llegue a este extremo.

"ESCEPTICISMO" SOBRE LAS ELECCIONES

Acerca de si la celebración de elecciones presidenciales en Venezuela serenarán los ánimos en ese país, mostró su “escepticismo” y dejó claro que “si se restringe el derecho de sufragio de la oposición no se podrá hablar de elecciones justas y democráticas”.

De hecho, comentó que la UE analizará el devenir de los comicios y adelantó que hay países miembros que han dicho que no reconocerán el resultado electoral.

Por último, preguntado sobre el apoyo del Ejecutivo a las labores de mediación del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro manifestó que el Ejecutivo “avala múltiples intentos de diálogo” entre las autoridades y la oposición venezolana.