Sánchez, como ya pasara en la asamblea de León, estará acompañado del líder del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, y, en esta ocasión, también del alcalde de Valladolid y portavoz de la Ejecutiva federal del PSOE, Óscar Puente.

El secretario general se ha visto más cómodo de lo que inicialmente preveía en estos formatos y ha decidido ampliar el número de eventos que iba a celebrar, así como el tiempo en el que el PSOE iba a mantener esta estrategia, inicialmente fijado hasta junio.

Sánchez irá desgranando en estas asambleas las propuestas con las que el PSOE quiere marcar la agenda política y centrar el objetivo en la cuestión social, en lo que ha venido a llamar los ‘diez acuerdos de país’. Estos pactos los quiere alcanzar primero con la sociedad civil, trabajo que hará hasta mayo, y luego en junio traducirlo en iniciativas parlamentarias a las que espera sumar al resto de la oposición.

Así, ya ha anunciado, que garantizaría el sistema de pensiones con la creación de dos impuestos, a la banca y a las transacciones financieras, para que aumenten los ingresos; o que, en materia de educación, está la necesidad de derogar la Lomce y de impulsar que la primera matrícula en la universidad sea gratuita. Estas son medidas que aparecen en dos -los principales- de los diez acuerdos básicos sobre los que el PSOE versará su agenda social y su futuro programa de Gobierno.

Con la vista ya puestas en un horizonte electoral, bien sea en 2019 o en 2020, la dirección socialista tiene claro que el contacto con la militancia y los simpatizantes que se acercan a escuchar a Sánchez a estos foros es primordial.

De hecho, están satisfechos de la aceptación que han tenido los que se han ido celebrando hasta ahora desde que en Granada, el pasado 11 de enero, se diera el pistoletazo de salida. Inicialmente, en el primer tramo de esta estrategia, estaba previsto que Sánchez sólo acudiera a tres y que al resto de lugares acudieran otros miembros de la Ejecutiva federal.

Sin embargo, Sánchez ya ha estado en Granada, León, Madrid, Leganés, Elche, Valencia, Sevilla y se prevé en los próximos días en Valladolid y alguno otro enclave más.

Hasta este pasado jueves, día 25, no ha tenido lugar, en Córdoba, la primera asamblea abierta de otro miembro de la Ejecutiva, en este caso de José Luis Ábalos. Pero destacados miembros de la dirección socialista, como la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ya están participando en varias de estas reuniones en diferentes puntos de la geografía española.

OBJETIVO, MONCLOA

Como ya alertó en el discurso de clausura del 39 Congreso federal, tras ser reelegido secretario general, desde aquel 17 de junio el PSOE se fijaba el objetivo de volver al Gobierno. “Hoy el PSOE pone rumbo a La Moncloa”, dijo.

Con ese objetivo, la dirección del PSOE ha reservado la participación de Sánchez para las asambleas abiertas de las capitales en la que considere que es “más fácil” recuperar el voto para el PSOE ante una próxima cita electoral.

Su estrategia, según comentaron a Servimedia fuentes de la dirección, pasa por volver a captar al votante tradicional socialista que se desencantó en las últimas citas y al que esperan recuperar con un posicionamiento "más de izquierdas" del "nuevo PSOE".

Además, desde la dirección del PSOE consideran que la figura de Sánchez, tras lo que pasó en su primera etapa como secretario general y su renuncia al escaño por mantenerse fiel a sus principios, hace sumar enteros a ese posicionamiento de "izquierdas" del partido que ya conlleva la propia marca PSOE y que tira por sí misma de personas que se consideran de izquierdas. De hecho, calculan que la fidelidad a la marca PSOE está en un 68% y que Sánchez es un "activo" ante posibles convocatorias.

Asimismo, destacan que esa recuperación por reivindicarse como “alternativa de izquierda” que lanzó con su regreso y que se vio parada por la crisis catalana, pero que Sánchez ha sabido mostrar que es una “oposición de estado” y que no tiene miedo a defender la soberanía nacional ni la Constitución como denuncian que sí hace Podemos, su competidor ideológico.

De hecho, Sánchez, además de volcarse en temas sociales, ha recuperado el discurso de que se siente próximo a los votantes de Podemos pero no a los dirigentes de esta formación ni a su líder, Pablo Iglesias. Les critica que no han defendido la soberanía nacional ante el desafío independentista en Cataluña.