“Creemos que tienen que utilizarse los recursos especialmente reservados con esta finalidad, como el impuesto turístico, y tienen que duplicarse los esfuerzos en promoción destinados hasta ahora”, subrayó Clos en una rueda de prensa de balance de 2017 de la que informa el Gremio de Hoteles.

“Son medidas que ayudarían a revertir el escenario que se dibuja de cara a 2018 por lo que hace referencia a las previsiones de ocupación en los hoteles de Barcelona”, añadió.

A este respecto, destacó que enero fue igual al del año pasado pero que febrero será negativo, salvo los días del Mobile World Congress, y que en marzo y abril están muy afectadas las reservas, especialmente en el turismo de negocio.

Sobre 2017, dijo que “ha sido un ejercicio singular, que se ha dividido en dos bloques: el primer semestre donde se han alcanzado unos resultados muy buenos y el segundo semestre con unas cifras de ocupación mucho más bajas motivadas por diferentes aspectos”.

Clos atribuyó el descenso en este segundo semestre a distintos factores, como las huelgas en el aeropuerto de El Prat, los ataques a infraestructuras turísticas, los atentados del 17 de agosto en Las Ramblas de Barcelona y Cambrils, y la situación de incertidumbre que se vive en Cataluña desde el 1 de octubre.

La ocupación en los hoteles de Barcelona durante 2017 se situó en un 80%, la misma cifra registrada en 2016. El precio medio se ha cerrado en 138 euros, cifra que representa 7,5 euros más que durante el año 2016.

La facturación se cerró con un crecimiento del 6%, pero se ha visto gravemente afectada por las importantes caídas de los últimos meses, que han sido de alrededor del 15% en los meses de octubre y noviembre y del 25% en diciembre. En el caso de los hoteles de 5 estrellas, la facturación durante el mes de diciembre sufrió un descenso del 35%.

Los mercados de origen más afectados han sido el doméstico, el anglosajón y el americano.