Según informó la Xunta, los programas han de fomentar la igualdad de oportunidades y reducir la doble discriminación que sufren ciertas mujeres, así como dotarlas de mayor autonomía e independencia para mejorar su situación personal o social.

Entre esas mujeres se contemplan las víctimas de la violencia de género, las inmigrantes o refugiadas, las pertenecientes a minorías étnicas, las drogodependientes, las perceptoras de rentas mínimas o subsidios, las reclusas, las transexuales, las mujeres mayores, las viudas, las que presentan una discapacidad o enfermedad mental, las mujeres sin hogar o las desempleadas de larga duración.

Los programas financiados podrán ser de dos tipos: para mujeres gestantes o lactantes con hijos menores de tres años en situación de especial vulnerabilidad o de atención especializada a mujeres catalogables en alguna de las tipologías citadas.