Jordi Sevilla defiende una reforma de la Constitución y del Senado para reforzar el Estado autonómico

- Apuesta por una reforma constitucional con “un perímetro muy acotado” y rechaza un periodo constituyente

MADRID
SERVIMEDIA

El exministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla defendió este miércoles la necesidad de una reforma de la Constitución, así como del Senado, e institucionalizar la Conferencia de Presidentes, para reforzar el Estado autonómico.

Lo hizo durante su participación en la Comisión que estudia en el Congreso el modelo territorial y comenzó su intervención asegurando que el Estado autonómico es “uno de los grandes éxitos”.

No obstante, reconoció que puede verse como un “Estado imperfecto” y “hay que pasar a un Estado de cooperación” entre las 17 comunidades autónomas y el Estado para que éste sea “el principio que fundamenta la gestión política”.

“Incluso si aceptáramos que no hacen falta reformas constitucionales para que lo que existe funcione mejor, necesitamos profundas cambios y transformaciones para facilitar la cooperación, porque si queremos gestionar ese Estado compuesto desde un principio de cooperación faltan herramientas”, apostilló.

Si además, en esa revisión, se incorpora una reforma del Senado e ir un “poquito más allá” y reordenar de manera diferente algunas competencias, “entonces sí, lo más sensato es que esa mejora sea a través de una reforma de la Constitución. En este sentido, insistió en que “para que mejore” el modelo actual se necesitan “mejoras importantes”.

CONFERENCIA DEPRESIDENTES

El exministro del primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero puso en valor la Conferencia de Presidentes, porque "esta es la foto de la España constitucional", y abogó por “institucionalizar” este órgano que se reunió por primera vez en octubre de 2004. Señaló que la Conferencia de Presidentes podría estar en la Constitución, “no digo que no”, “pero tampoco sería obligatorio el regularla a través de un mecanismo constitucional”.

Reconoció que es partidario de una “reforma global”, que no de un “proceso constituyente”, sobre la Carta Magna pero, circunscribiéndolo al tema territorial, consideró que hay cuestiones que necesitan modificar la Constitución y otras no. Y aconsejó a los parlamentarios: “Hay que reformar la Constitución pero, por favor, no lo hagan si no van a llegar a acuerdos”.

Opinó que hay cuesitiones para las que no son necesarias reformas constitucionales” y puso como ejemplo la financiación autonómica o la conferencia de presidentes. “Tengo más dudas, por no decir todas las dudas, con la reforma del Senado, veo difícil retocar el Senado sin tocar la Constitución, y es evidente que el modelo autonómico se solapa de alguna manera con el provincial que teníamos y que la Constitución no cierra”, señaló. De hecho, apostó por hacer una “reflexión” sobre las diputaciones.

ACOTADA

“Creo que hay una parte del recorrido del Estado autonómico que se debe de hacer y que no exige cambiar la Constitución, y creo que hay otra parte que se facilita mucho si acotádamente se reforma la Constitución”. “Ir a la reforma de la Constitución española, a un perímetro muy acotado y con consenso”, dijo.

Sobre la situación en Cataluña, hizo alusión a la posibilidad de que la reforma constitucional sea parte de la receta e indicó que “abrir un proceso de la reforma es una oportunidad para los que de verdad hayan llegado a la conclusión de que la vía unilateral se ha agotado”. “No hay que dejarse bloquear”, apuntó.

Por otra parte, indicó que no le “asusta” la incorporación de “federal" a la definición del modelo, pero “si eso genera problemas” abogó por llamarlo “autonómico” porque, dijo, lo importante es estar de acuerdo en el contenido.

Reconoció que eliminaría la disposición adicional IV y se mostró contrario de una quita de la deuda, pero que “en un nuevo modelo tiene que formar parte la quita de la deuda”.

(SERVIMEDIA)
24 Ene 2018
MML/gja