Así se pronunció Conde durante la clausura en el Senado de la jornada ‘El papel de los reservistas ante los nuevos desafíos estratégicos de la OTAN’, en la que destacó que “los reservistas voluntarios son personas que, en general, tienen sus vidas hechas” pero que “han decidido dedicar parte de su tiempo a vestir el glorioso uniforme de nuestras Fuerzas Armadas y servir a España donde se les mande” y que “quieren cumplir con ese derecho que el artículo 30 de la Constitución les da de servir a su país”. A su vez, consideró que “nuestro modelo está bien hecho”, pero hay que mejorar en su aplicación efectiva.

También se refirió a la propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, de instaurar un servicio militar de un mes como fórmula de extender la importancia de la política de defensa de la siguiente manera: “En España, probablemente sea a través de la reserva voluntaria como podamos incorporar más y mejor a elementos de la sociedad civil, a esos ciudadanos que quieren ayudar a la defensa nacional”.

Por su parte, destacó que en España “empieza a cundir la idea de que defender las cosas bien es tan importantes como hacerlas”, puesto que “vivimos en un momento mejor respecto al pasado en conciencia de la defensa nacional”.

“Los valores y la libertad se tienen que defender y para poder defenderlos o no tener ni siquiera que llegar a defenderlos tenemos que poner en marcha ese concepto que se llama disuasión”, remachó.

En la actualidad, hay un total de 4.065 reservistas voluntarios en las Fuerzas Armadas españolas. Para adquirir la condición de reservista voluntario se ha de tener la nacionalidad española, ser mayor de edad, sin antecedentes penales, cumplir los requisitos psicofísicos que se detallen en la convocatoria y no exceder los 57 años de edad en el caso de los oficiales y suboficiales, 54 para tropa y marinería.