Su defensa sostiene además que el Tribunal Supremo no es competente para instruir este asunto puesto que ya está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona y por un juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para aquellos investigados que son aforadas aún tras las elecciones del pasado 21 de diciembre.

En el escrito resaltan una "falta de apariencia de imparcialidad objetiva", puesto que fue Maza el que ordenó presentar la querella contra el Gobierno de la Generalitat presidido por Carles Puigdemont y contra la Mesa del Parlament que facilitó la aprobación de las leyes de desconexión.

Maza fue miembro de la Sala Segunda del Tribunal Supremo durante 14 años, lo que deja la puerta abierta a que la defensa de ambas pueda pedir la recusación por entender que la relación de Llarena con el ex fiscal general es equiparable a la de “amistad íntima” y puede poner en duda su “neutralidad”.

Las dos dirigentes de la CUP piden que la causa sea remitida a los juzgados de instrucción de Barcelona para "preservar la apariencia de imparcialidad objetiva" y el derecho a ser investigado por el juez natural de unos hechos sucedidos en Cataluña, sin perjuicio de que los aforados sean juzgados por el Supremo.