En la comisión de investigación del Congreso de los Diputados que está estudiando la crisis financiera, el ministro señaló que el ‘rescate’ a la banca “sirvió para evitar la salida de España de la zona euro”. De Guindos defendió que no se dejara caer a ningún banco durante la crisis, y recordó que la “alternativa” era el concurso de acreedores, lo que “habría significado una suspensión de pagos y una incertidumbre que habría arrasado a todo el sector”.

Además, apuntó que Fondo de Garantía de Depósitos no podría haber hecho frente a la cobertura de los depósitos de los minoristas, que estimó en 250.000 millones de euros. Ello, señaló, “habría obligado al Tesoro a emitir deuda, lo que hubiera supuesto el rescate completo de nuestra economía e incluso la expulsión de la zona euro” en parte por la “mala gestión” de algunas entidades financieras.

El ministro destacó que cuando el PP comenzó a gobernar en diciembre de 2011 “nos encontramos con que BFA-Bankia era el principal foco de incertidumbre del sector financiero español”, al mismo tiempo que la banca era “el principal problema de la economía española, que era también el mayor riesgo para la moneda única”.

ALARMA EN EL EXTERIOR

En este sentido, desveló que varios ejecutivos de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Central Europeo (BCE) le trasladaron su “preocupación” por el sistema financiero español y la necesidad de tomar medidas al respecto.

El ministro relató que las señales de “alarma” eran constantes, lo que “preocupaba enormemente en el exterior”. Explicó que ya en los primeros meses de 2012, “el Gobierno arrojó luz sobre la situación de las cuentas públicas y financieras, aprobó reformas clave en el ámbito fiscal, financiero y laboral, lidió con los embates de los mercados financieros y superó la amenaza de un rescate total de la economía”.

Para finales de 2012, indicó que “más de la mitad del sector bancario español estaba perfectamente capitalizado y las debilidades se concentraban fundamentalmente en las entidades que ya estaban participadas por el Frob”.

VIGOROSA RECUPERACIÓN

El titular de Economía resumió que la burbuja crediticia, la inmobiliaria y la pérdida de competitividad fueron las causas que llevaron a España a la “peor crisis financiera y económica de su historia moderna”.

Pero hoy, “la situación es radicalmente diferente a la que existía antes de la crisis”, puesto que 2018 será el sexto año consecutivo con superávit de la cuenta corriente y la economía española seguirá registrando un crecimiento “equilibrado”. “Esta es la razón fundamental de la sostenibilidad futura de la economía española”, aseguró.

“Ante los problemas hace falta ser transparentes, hablar con calidad y actuar con prontitud. Eso es lo que hizo este Gobierno desde el primer momento, particularmente en el ámbito financiero”, reflexionó el ministro. En esta línea, quiso insistir en que la resolución del Banco Popular se hizo “siguiendo al pie de la letra las reglas comunitarias sin afectar a ningún depositante, sin contagiar al resto del sistema y, sobre todo, sin necesidad de utilizar ni un euro de dinero público”.

“Que esto haya sido posible apenas cinco años después de haber atravesado la crisis financiera más dura de nuestra historia reciente es muestra también de que las cosas se han hecho correctamente”, afirmó.

Finalmente, destacó que la “prueba definitiva” de que las medidas adoptadas en el sector bancario han sido acertadas es “la actual coyuntura económica de nuestro país”, que encadena tres años creciendo por encima del 3%, con un sistema bancario que funciona “con normalidad” y con creación intensa de empleo.

El ministro puso en valor que “la reforma del sector financiero es causa imprescindible de la vigorosa recuperación de nuestra economía” y concluyó que “debemos aprender de los errores del pasado para evitar volver a caer en ellos en el futuro”.