Así lo indicó en el marco de la firma de los protocolos de colaboración del organismo con 10 entidades financieras para la concesión de las Líneas Instituto Oficial de Crédito (ICO) 2018.

Garrido aseguró que los principales indicadores económicos de España “evolucionan muy favorablemente”, aunque hay “riesgos” y “vulnerabilidades que debemos atajar”.

En primer lugar señaló “retos y riesgos” en el contexto internacional, con la “normalización” de la política monetaria y que supondrá un “endurecimiento” de las condiciones monetarias.

A ello se une también el ‘Brexit’, que es el “elemento de tensión más relevante” y que será un proceso “largo y complejo” que “no va a ser positivo para Europa ni tampoco para el Reino Unido”, y el “aumento de los proteccionismos populismos y nacionalismos”, contra los que hay que defender las “bondades del libre comercio”.

En cuanto al ámbito nacional, la secretaria de Estado destacó que “la evolución reciente de la economía española está siendo muy favorable”, gracias al “enorme esfuerzo de familia y empresas y a la abultada agenda de reformas” impulsada por el Gobierno.

Ello, aseguró, ha llevado a un “patrón de crecimiento equilibrado, sano y sostenible”, en el marco de una “fase de robusto crecimiento”, con cuatro años de alzas del PIB, tres de ellos por encima del 3%.

Pese a ello, recordó que el paro “sigue siendo alto”, aunque se encuentra en su nivel más bajo desde finales de 2008, y que queda “mucho camino por recorrer” en este sentido para recuperar los niveles de empleo previos a la crisis pese “a que los datos confirman la clara mejoría en el mercado laboral”.

A este desequilibrio se une también el déficit público y el elevado endeudamiento público y privado, expuso la ‘número dos’ del Ministerio de Economía.

De esta manera, comentó que “todavía persisten desequilibrios en la economía” pese a su “buena salud”, por lo que “no debe dejarnos caer en la autocomplacencia y reducir los desequilibrios”.

Respecto a la crisis política en Cataluña, apuntó que afecta, sobre todo, a la economía regional, aunque su “impacto negativo puede afectar y está afectado al conjunto de la economía” de España, lo que, recordó, llevó al Gobierno a rebajar su previsión de crecimiento del PIB para 2018.

En todo caso, afirmó estar “convencida de que todo va a regresar al camino del que nunca debió salir” y que la economía catalana seguirá “contribuyendo” al crecimiento del conjunto de España.

COLABORAR CON LA BANCA

Por su parte, el presidente del ICO, Pablo Zalba, destacó que el organismo ha pasado de un modelo expansivo a uno especializado y centrado en actividades de valor añadido, “con una máxima de nunca competir con la banca comercial, sino siempre colaborar”.

Zalba destacó el contexto de “fuerte” crecimiento económico, algo que se debe, entre otras razones, a la reforma del sector financiero español. “Nadie duda que los bancos están mejor capitalizados y sus balances más saneados”, dijo.

En todo caso, subrayó que “este momento dulce no impide que el sector financiero no esté exento de retos” y apuntó, en concreto, tres: los bajos tipos de interés, que “merman la rentabilidad de las entidades financieras”; el “tsunami regulatorio impulsado desde Europa”, y el impacto del desarrollo de nuevas tecnologías.

Sobre este último aspecto, el presidente del ICO comentó que están “atentos”, ya que la evolución tecnológica es una “oportunidad para mejorar y optimizar la relación entre el instituto y las entidades financieras”.