Así lo trasladaron la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, y los responsables de las patronales CEOE y Cepyme y de los sindicatos CCOO y UGT durante la presentación del libro ‘El futuro del trabajo que queremos’, que recoge las conclusiones de la Conferencia Nacional Tripartita, por iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La ministra subrayó que el Gobierno pretende, no solo alcanzar los 20 millones de empleos en 2019, sino también afrontar “las grandes transformaciones que se están produciendo en el mercado de trabajo”.

En este sentido, apuntó que “somos muy conscientes de que hay mucho por hacer” y añadió que los cambios que se están produciendo como la globalización, la digitalización o el cambio climático “van a tener una incidencia fundamental en el futuro de los nuevos empleos”.

Báñez aseguró que se trata de “crear empleos decentes” en el futuro y en esta línea indicó que España necesita alcanzar un nivel de ocupación superior al 70%, en consonancia con la media europea. Para lograr ese empleo de calidad, señaló, según se recoge en el libro, hay que reforzar el papel de la Inspección de Trabajo, no solo con el enfoque de lucha contra el fraude laboral sino como una labor de prevención.

Además, hizo referencia a la formación en todos los ámbitos para responder a los requisitos del empleo del futuro.

Por último, informó de que ha acordado con los interlocutores sociales crear un grupo de trabajo formado por expertos que continúe realizando aportaciones al debate global sobre el futuro del trabajo.

Desde las patronales, el responsable de CEOE, Juan Rosell, consideró que “el trabajo será muy flexible y adaptado a las necesidades de cada momento, tendremos que ser muy hábiles e inteligentes en hacer leyes y reglamentos que estén adaptados a una realidad muy cambiante”.

Por su parte, el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, añadió que España está superando la crisis económica y es el momento de hablar de la formación, la empleabilidad, la flexibilidad en las empresas, la conciliación de la vida familiar, la igualdad o la dignidad en el trabajo.

Por parte de los sindicatos, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, comentó que se debe determinar el tiempo en el trabajo que se dedicará a la formación ya provechó para incidir en la importancia de la industria. Unai Sordo, responsable de CCOO, agregó que el trabajo debe estar reglado y los procesos de transición tecnológica no deben verse como “maldiciones”, sino al contrario.