El organismo publicó este jueves un artículo titulado ‘Evolución y perspectivas de la tasa de participación en el área del euro: una visión de largo plazo’. En el documento, el Banco de España analiza la evolución en Europa y Estados Unidos de la tasa de participación, que mide la proporción de la población en edad de trabajar que participa activamente en el mercado laboral, ya sea trabajando o bien buscando activamente un empleo.

En base al análisis determina que se ha producido una convergencia en la tasa de participación en Estados Unidos y Europa debido, entre otras causas, al aumento de la formación educativa.

Entre los países europeos, el Banco de España apunta que los cambios en la estructura educativa de la población en edad de trabajar han tenido un impacto “positivo y significativo” sobre la participación de la población en el ámbito laboral en países como España, Bélgica, Grecia e Italia.

El organismo estima que los países del sur “estarían comenzando a experimentar una cierta presión a la baja en la tasa de participación, como resultado de un mayor peso de los segmentos de población en edad de trabajar más avanzada”. Esta tendencia continuaría en los próximos 10 a 15 años, particularmente en Grecia y España.

En este contexto, añade que la mejora de los niveles educativos podría compensar el efecto negativo del envejecimiento progresivo de la población en edad de trabajar. Dado que el envejecimiento continuará presionando a la baja la tasa de participación del área del euro en un futuro inmediato, al tiempo que el impacto positivo de la mejora en los niveles educativos de las nuevas cohortes se está agotando, el Banco de España concluye que todavía existe margen para incrementar la participación laboral de las mujeres y la población en edad de trabajar más avanzada.

El organismo subraya la necesidad de políticas específicas dirigidas a los trabajadores de edad más avanzada, de manera general, y a las mujeres en países donde la brecha de género todavía es elevada.