Tráfico
Automovilistas y víctimas piden mejores carreteras
- Las autoescuelas proponen formación continua para conductores veteranos
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Más inversión en el mantenimiento de las carreteras, la incorporación obligatoria de ‘alcolocks’ en los vehículos (que impiden arrancar si el conductor va borracho), la conducción acompañada antes de tener el carné, revisar los límites de velocidad y más formación y educación vial son algunas propuestas lanzadas por expertos en seguridad vial después de que el año pasado terminara con 1.200 muertos en las carreteras españolas, la cifra más alta desde 2012.
El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, calificó este jueves, en declaraciones a Servimedia, de “tragedia” que 1.200 personas perdieran la vida el año pasado en las vías interurbanas en España y apuntó que el Gobierno carece de “objetivos”en materia de seguridad vial, lo que provoca que “la sociedad se quede anestesiada, como si la tendencia negativa de los accidentes de tráfico no se pudiera modificar”.
Arnaldo tildó de “carta a los Reyes Magos” las medidas propuestas por el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, para reducir la siniestralidad en 2018, puesto que, a su juicio, “no concreta nada” y hacen falta otras iniciativas.
Por ejemplo, propuso adoptar “un plan bien meditado con objetivos de lo que queremos reducir y dónde”, en el que se incluya la conducción acompañada, los ‘alcolocks’ obligatorios, más inversión para mejorar los firmes y la señalización en las carreteras, revisar las limitaciones de velocidad y que la educación vial sea obligatoria en los colegios.
Por otro lado, el Real Automóvil Club de España (RACE) reclamó medidas para reducir la siniestralidad en las carreteras como la mejora de las infraestructuras, la renovación del parque automovilístico y una mayor formación tanto para los conductores, en su ámbito personal y laboral, como para los colectivos vulnerables.
El RACE consideró “imprescindible y urgente” destinar dinero público a la mejora y el mantenimiento de las carreteras convencionales, con especial énfasis en el firme y en la señalización vertical, y que se incentive el uso de las autopistas y autovías, por ser más seguras.
Además, indicó que España cuenta con un parque automovilístico de más de 12 años de antigüedad, por lo que solicitó “un plan integral de ayudas a la renovación del parque” para los automovilistas que no tengan capacidad económica para cambiar de coche y deshacerse de su vehículo antiguo.
“POLÍTICA EQUIVOCADA”
El PSOE también se hizo eco de la necesidad de destinar más dinero público a las vías. Su portavoz en la Comisión sobre Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso, Pablo Bellido, indicó que el hecho de que el año pasado terminara con 1.200 muertos en carretera se debe a "la política del PP de desinversión en mantenimiento de carreteras y a su política equivocada a la hora de incentivar la renovación del parque móvil".
“La DGT no está suficientemente coordinada con el resto de departamentos del Gobierno”, lamentó Bellido, antes de señalar que los datos de 2017 son "dramáticos". “Si queremos volver a la senda de los datos que hubo entre 2014 y 2011, que fue la mejor época en materia de siniestralidad vial en España, es evidente que hay que cambiar de política”, advirtió, al tiempo que recomendó “mejorar las políticas de concienciación, trabajar con las organizaciones de víctimas y con el sector del automóvil, y recuperar contenidos de Educación Vial en la educación reglada”.
Por otra parte, la Asociación DIA de Víctimas de Accidentes achacó al “fracaso de las políticas viales” de la Dirección General de Tráfico (DGT) que 2017 haya acabado con 1.200 muertos en las carreteras españolas y añadió que la tendencia ascendente de los últimos años “no se puede achacar siempre al aumento de los desplazamientos”.
Entre las propuestas de esta entidad para reducir la siniestralidad están limitar la velocidad máxima en las carreteras secundarias a 90 km/h, actualizar la obtención del carné de conducir, más vigilancia para reducir el uso del teléfono móvil, más inversión para mantenimiento y mejora de las infraestructuras, endurecer los delitos contra la seguridad vial, promover la educación vial y asegurar la atención integral y gratuita para las víctimas de accidentes.
FORMACIÓN EN LAS EMPRESAS
El presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, propuso más formación vial para reducir la siniestralidad en las carreteras, después de conocer que el año pasado murieron 1.200 personas en accidentes de tráfico en vías interurbanas, la cifra más alta desde 2012.
Báez apostó por "implantar un ciclo formativo mínimo obligatorio de clases teóricas (presenciales) y prácticas, y que sea el profesor de Formación Vial el que decida si el alumno está o no suficientemente preparado para afrontar los exámenes de conducir".
"Necesitamos también que haya una formación continua de los conductores veteranos y un mayor nivel de exigencia en las evaluaciones psicofísicas con motivo de la renovación de los permisos. Todas estas medidas contribuirían a una disminución drástica de la siniestralidad vial grave”, concluyó.
Por otro lado, la directora general de PONS Seguridad Vial, Shara Martín, insistió en la necesidad de "acometer acciones de formación y concienciación en materia de seguridad vial en la empresa", dado que, con datos provisionales y hasta octubre de 2017, las víctimas mortales ascendieron a 164 entre fallecidos 'in itinere' y durante la jornada laboral en España.
"Hay que recordar, además, que más de un 30% de los fallecidos en ámbito laboral fallecen en un accidente de tráfico, por lo que debemos considerar el ámbito laboral como otro escenario prioritario donde abordar acciones específicas de formación que nos ayuden a cambiar la tendencia creciente de siniestralidad vial en el trabajo", apostilló.
(SERVIMEDIA)
04 Ene 2018
MGR/caa/pai