La lechuza común, 'Ave del año' 2018
- Protagonizará la campaña de Seo/BirdLife
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La lechuza común ha sido elegida ‘Ave del año’ y protagonizará la campaña de Seo/birdLife 2018, que desde hace 30 años esta organización dedica a una especie amenazada.
Como ocurrió con el sisón común en 2017, la lechuza común es fiel reflejo del mal momento que sufre la avifauna ligada a las zonas agrarias, fruto de la pérdida de hábitat, los efectos del actual modelo agrícola o el despoblamiento rural. En el caso de la lechuza, el declive poblacional se sitúa en torno al 13% en la última década, aunque en algunos puntos del país el bajón llega al 50%.
Un total de 3.796 socios y simpatizantes de la ONG han participado este año en la elección de la especie sobre la que consideran que debe hacerse una llamada de atención en 2018.
Entre otros aspectos, la campaña buscará incidencia política de cara a la futura ley de cambio climático y a la reforma de la Política Agraria Común, por su influencia en el mundo rural.
La lechuza obtuvo 1.719 apoyos, el chorlitejo patinegro 1.134 y el alimoche común 943. Según la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, “en silencio, como cuando vuela, esta especie nos avisa, desde hace años, sobre la paulatina pérdida de vida en el campo. Se la ve menos, se la oye menos. Ocurre lo mismo con los insectos, con los roedores, con los paisajes y con el paisanaje”.
Gracias al trabajo de los 450 voluntarios que recogen datos cada año, Seo/Birdlife ha calculado el declive poblacional de esta especie, que cifra en el 13% respecto a 2005.
El descenso de individuos es especialmente significativo en la parte del país denominada “región mediterránea sur”, que abarca Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y parte de Aragón, Madrid, Cataluña y Extremadura.
En esta zona, las poblaciones de lechuza se han reducido a la mitad. Cataluña y Castellón (la denominada región mediterránea norte) son los puntos donde la especie ofrece mejores datos. En el norte de España también se nota el declive que, en el último año, se mantiene en torno al 15%.
La lechuza es un ave protegida a nivel nacional, incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo cual le hace merecedora de una atención particular. Por ejemplo, se prohíbe cualquier actuación hecha con el propósito de darles muerte, capturarlas, perseguirlas o molestarlas, además de la destrucción o deterioro de sus nidos.
En Canarias habita una subespecie de la lechuza común denominada lechuza majorera, que está catalogada a nivel nacional como `vulnerable' e incluida en el 'Libro Rojo de las Aves de España' con la categoría de 'en peligro'.
AMENAZAS
Una de las principales causas de su declive es la radical transformación del medio agrario, cada vez más centrado en grandes extensiones de monocultivo, a menudo basadas en regadío. “Este cambio de paradigma, unido al empleo generalizado de plaguicidas y rodenticidas, contribuye a la pérdida de biodiversidad en el campo y a su contaminación”, explica la ONG.
Hay menos diversidad de hábitat, menos insectos, menos roedores y, por tanto, menos alimento para las aves agrarias, que además sufren envenenamientos secundarios. Esta realidad lleva aparejada un continuo despoblamiento rural que también afecta a las aves ligadas a entornos con presencia humana. Por ejemplo, las lechuzas pierden lugares tradicionales de nidificación como campanarios, caseríos o granjas.
(SERVIMEDIA)
02 Ene 2018
AGQ/gja