Trinidad Jiménez llegó hacia las diez menos cuarto de la noche al hotel donde su plataforma de apoyo aguardaba los resultados, y donde decenas de militantes la recibieron al grito de “presidenta, presidenta” y “valiente, valiente”, aplaudiendo sin poder ocultar las caras de desilusión.

Llegó acompañada de las caras más visibles de su plataforma de apoyo, el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas; el candidato a la Alcaldía, Jaime Lissavetzky; y el dirigente socialista Pedro Zerolo.

Poco después comparecía ante ellos y ante los medios de comunicación para agradecer el respaldo de los militantes que la han votado y asegurar que seguirá trabajando para el proyecto común de todo el partido en Madrid de ganar las elecciones autonómicas del próximo año.

Después de hacerlo en privado, Jiménez felicitó públicamente a Tomás Gómez y sobre todo a los militantes que han participado en las primarias y con ello han hecho al partido “más grande, más fuerte y más unido” y han escrito así “una página de democracia, de compromiso y, sobre todo, de futuro”.

Tomás Gómez, afirmó, es “desde hoy mi candidato, nuestro candidato, porque así lo han dicho en las urnas los socialistas madrileños”, y por ello “cuenta con mi apoyo y con mi trabajo, con mis ganas y mi esfuerzo” porque pedirá a los madrileños que le respalden “con la misma intensidad, con la misma pasión y con la misma convicción que lo he pedido para mí”.

Lo hará, argumentó, porque Madrid “necesita cambiar, necesita un presidente progresista, como Tomás” y porque el objetivo común de todos los socialistas madrileños es poner fin al Gobierno del PP “y abrir una nueva etapa con Tomás como presidente”.