Así lo explicó el ministro, quien junto al presidente de Renfe, Juan Alfaro, se desplazó al lugar del accidente que ocurrió a las 15.37 horas. De la Serna apuntó que como consecuencia de que el tren, de dos pisos, estaba frenando en el momento de la colisión, muchos pasajeros estaban de pie e incluso bajaban por las escaleras del convoy, por lo que numerosas personas sufrieron heridas pese a que circulaba a poca velocidad.

En cuanto a los heridos graves, detalló que se trata de una persona que presenta una fractura de cadera o de pelvis y de otra que ha sufrido un neumotórax. Respecto a las causas del siniestro dijo que todavía están por determinar, si bien aseguró que el conductor ha dado negativo tanto en el control de drogas como en el de alcohol.

El tren, de la línea C-7, realizaba el recorrido Atocha-Alcalá de Henares y fue llegando a la estación fin de trayecto, a muy baja velocidad, cuando colisionó contra la topera de la vía. Inmediatamente después del impacto, Renfe movilizó, de acuerdo con los protocolos para casos de accidentes, a los servicios sanitarios y de seguridad.

Mientras los servicios sanitarios actuaban, Renfe ha centrado toda su atención en facilitar la labor de estos equipos, atender a los viajeros y facilitar el tráfico ferroviario. El servicio habitual de Cercanías en esa línea (que comunica Atocha con Alcalá y Guadalajara) no se ha visto interrumpido. Renfe ha abierto una investigación para conocer las causas del accidente y está informando de la situación del tráfico ferroviario a través de la sección de avisos de su página web y de la cuenta de Twitter ‘@CercaniasMadrid’.