Rajoy confirma la desaparición del 155 "cuando haya un nuevo gobierno" en Cataluña, aunque vuelva a ser independentista
- Cree que "las cosas pueden funcionar de otra manera" si el nuevo gobierno catalán "cumple la ley"
- Ningunea a Puigdemont y sólo se sentaría con Arrimadas porque es "quien ha ganado"
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El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, confirmó este viernes que la aplicación del artículo 155 de la Constitución española en Cataluña desaparecerá "cuando haya un nuevo gobierno" en esta comunidad, surgido de las elecciones autonómicas celebradas este 21 de diciembre, incluso en el caso de que tenga otra vez un corte independentista.
Rajoy ratificó los planes de derogación del 155 durante una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, donde compareció para hacer balance del resultado de los comicios catalanes después de celebrar a primera hora de la mañana la reunión habitual del Consejo de Ministros y de mantener otra reunión en la sede del PP con el Comité Ejecutivo Nacional de su partido.
El jefe del Ejecutivo ratificó lo escrito en el acuerdo que implantó el 155 y que contemplaba su desaparición tras las celebración de las elecciones y la configuración de un nuevo Gobierno autonómico. Por eso, manifestó que "no tiene mucho sentido este debate que se ha planteado por muchos" sobre cuándo dejaría de tener efecto la intervención del Gobierno central en Cataluña y confirmó que la retirada de este precepto constitucional tendrá lugar "cuando haya un nuevo gobierno".
Rajoy explicó que "el 155 es una decisión muy excepcional que se adopta porque hay una situación excepcional" en Cataluña, dado que el gobierno de Carles Puigdemont se saltó en septiembre y octubre la Constitución española de 1978 y el Estatuto de la comunidad, hasta el punto de aprobar una declaración unilateral de independencia en el Parlamento de Cataluña.
Reiteró que la puesta en marcha del 155 ha servido para "restaurar el principio de legalidad en Cataluña" y advirtió de que "el problema más importante" que sigue existiendo es que algunos políticos catalanes se consideran por encima del cumplimiento de la ley cuando "todos estamos sometidos al imperio" del Estado de Derecho.
En este sentido, tras la victoria del bloque independentista en las elecciones de este 21-D, afirmó que "el gobierno de Cataluña también debe cumplir la ley" y lamentó que antes de aplicar el 155 "se ha violentado".
Preguntado expresamente por Carles Puigdemont y la posibilidad de que vuelva a ser el presidente de Cataluña, Rajoy ninguneó como interlocutor al cabeza de lista de Junts pel Catalunya, que se encuentra fugado en Bruselas para evitar ser detenido y puesto a disposición judicial del Tribunal Supremo. "Yo con quien tendría que sentarme es con quien ha ganado las elecciones, que es la señora Arrimadas", espetó.
Rajoy defendió la puesta en marcha del 155 en los términos y condiciones aprobados por el Senado al entender que "se aplicó como debía hacerse". "No se aplicó cuando el gobierno catalán tomó la primera decision contraria a la ley, creo que fuimos prudentes. Se aplicó con el consenso de una enorme mayoría en el Senado y el apoyo de la segunda, la cuarta y la primera fuerza parlamentaria".
Incidió en que el 155 se aplicó "de una forma inteligente porque no decidimos nombrar un nuevo gobierno" en Cataluña que sustituyera al de Puigdemont sino que asumió las riendas y "las cosas han funcionado muy bien a lo largo de este periodo".
DIÁLOGO CON EL FUTURO GOBIERNO
Con vistas al futuro, Rajoy prometió hacer "un esfuerzo para mantener el diálogo" con el nuevo gobierno catalán pero también "para que la ley se cumpla". "Es bueno que haya un gobierno que abandone las decisiones unilaterales y no se sitúe por encima de la ley", dijo ante la posibilidad de que haya al frente de la Generalitat un nuevo presidente independentista.
Confió en que "las cosas pueden funcionar de otra manera" si el nuevo gobierno catalán que salga del resultado del 21-D tiene "buena voluntad, cumple la ley, actua con sentido común, no toma decisiones unilaterales y entiende que vivimos en un Estado de Derecho". "No aceptaré que se salte la Constitución española y el Estatuto de Cataluña y que lo haga nadie", avisó.
Rajoy habló del comienzo de una etapa en Cataluña y en el resto de España que debe estar "basada en el diálogo y no en el enfrentamiento, en la cooperación y no en la imposición, en la pluralidad y no la unilateralidad".
De hecho, se mostró dispuesto a aportar su granito de arena para recuperar una relación de normalidad entre Cataluña y el resto de España y para ello resaltó que "un objetivo muy importante es intentar superar la fractura muy dura entre ciudadanos".
"El Gobierno de España quiere ofrecer toda su colaboración y diálogo realista dentro de la ley al gobierno que se constituya en Cataluña para generar un marco de certidumbre y seguridad", dijo. "Estamos dispuestos a normalizar la situación porque estamos en una época de crecimiento económico y creación de empleo".
CATALUÑA NO ES MONOLÍTICA
Pese a que los tres partidos a favor de le independencia han revalidado la mayoría absoluta con un total de 70 escaños, el presidente del Gobierno se empeñó en defender que en los últimos años "han ido perdiendo apoyos" aunque son "menos de los que nos gustaría". Recordó que en las elecciones de 2010 sumaban 76, en las de 2012 bajaron a 74, en las siguientes de 2015 cayeron a 72 y ahora se han quedado en 70.
A su juicio, lo más "negativo" de estas elecciones es que los partidos constitucionalistas que promovían un cambio político en Cataluña no han logrado los "escaños suficientes" para que sea posible, pues Ciudadanos ha conseguido un récord de 37 diputados, pero el PSC sólo ha subido uno a 17 y el PP ha perdido ocho para quedarse con 3.
Esta división entre separatistas y españolistas le llevó a juzgar que el 21-D también ha dejado claro "que nadie puede hablar en nombre de nadie en Cataluña si no contempla a toda Cataluña" porque los resultados demuestran que "Cataluña no es monolíticia" sino "plural" y por eso hizo un llamamiento a todos los partidos para "cultivar esa pluralidad como una virtud", así como "respetarla y cuidarla".
De hecho, recordó que la radicalidad de los independentistas ha provocado una "fractura muy grande que llevará tiempo recomponer" y señaló que esta debería ser precisamente "la primera obligación de todos los actores políticos" para conseguir una "necesaria reconciliación" basada en "el respeto a la ley y a todos, las mayorías y minorías".
(SERVIMEDIA)
22 Dic 2017
PAI/MFN/gja