Fuentes del PSOE consultadas por Servimedia reconocen que están 'tocados' por la mayoría parlamentaria de los independentistas (sumando los escaños ERC, Junts per Catalunya y CUP) que arrojan las elecciones y por la situación en la que han quedado los socialistas catalanes, en cuarta posición, pese a la ligera mejoría respecto a los resultados de 2015, cuando obtuvieron 522.209 votos (12,74%). Este 21-D, con el 88,50% del escrutinio, el PSC recabó 535.235 (13,88%).

Las expectativas de los socialistas hasta primeras horas de esta tarde les llevaba a soñar con superar los 20 diputados, incluso alguno hablaba de 22 escaños, pero quedaron diluidas cuando se fueron confirmando los datos una vez superado el 70% del escrutinio.

Los socialistas no subían en votos y escaños desde 1999 y el resultado más bajo de su historia fue el de las pasadas elecciones, las de 2015, cuando el PSC obtuvo 16 escaños. Entonces ahondó más en el mínimo que había alcanzado antes en 2012, al quedarse en 20 diputados. En 2010 obtuvo 28, en 2006 se quedó en 37 y en 2003 en 42 escaños.

Esta sangría de votos del PSC empezó en 1999, hace 18 años, cuando registró su mayor respaldo con el 37,5% de los votos (1.183.299), que se tradujeron en 50 escaños. Pese a ese resultado, siguió el Gobierno de Jordi Pujol (CiU) una legislatura más hasta que en 2003 se lo arrebató Pasqual Maragall con el tripartido (PSC-ERC-ICV) tras ganar las elecciones en votos 31,17% (1.031.454) pero quedar segundo en diputados con 42 escaños. La factura de este gobierno, señalado por la tramitación del Estatut, caló en las urnas y CiU volvió al Gobierno, esta vez con Artur Mas.

Si bien fuentes socialistas hacen hincapié en el resultado del Partido Popular que, con 4 escaños y en último lugar en votos, dejan al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una situación complicada, máxime después de su implicación directa en la campaña.