Así se desprende del ‘Avance del informe del sistema eléctrico español 2017’ de Red Eléctrica, que adelanta el resultado del comportamiento del sistema eléctrico en este año, marcado por la escasez de lluvias que ha impulsado la generación no renovable en la cobertura de la demanda.

Según estos datos, la demanda eléctrica, corregida de los efectos de la laboralidad y la temperatura, aumentó un 1,7% con respecto a 2016. De esta forma, la demanda peninsular continúa con la tendencia de crecimiento iniciada en el 2015, tras cuatro años consecutivos de descensos.

En concreto, el máximo de potencia instantánea, a fecha de hoy, miércoles, se registró el 18 de enero a las 19.50 horas con 41.381 megavatios por hora (MW), un 2,2% superior al máximo del año 2016, pero aún lejos del récord histórico de 45.450 MW que se obtuvo en diciembre del 2007. La demanda máxima horaria se registró también el 18 de enero, entre las 20 y 21 horas, con 41.015 MWh, valor superior en un 2,2% a la máxima horaria del 2016.

En cuanto a la cobertura de la demanda, destaca el descenso de la aportación hidráulica (un 7% frente al 14,2% del año anterior), que se ha visto sustituida por una mayor aportación del carbón (un 17% frente al 13,9% del 2016) y de los ciclos combinados (un 13,9% frente al 10,2% del 2016).

Las tecnologías que más han contribuido a cubrir la demanda han sido la nuclear, que se situó nuevamente en primer lugar con una aportación del 21,5%, seguida de la eólica con el 18,2%. Además, las importaciones de energía eléctrica cubrieron en 2017 cerca del 4% de la demanda peninsular.

DESCIENDE LA POTENCIA INSTALADA POR GAROÑA

El parque generador de energía eléctrica en España descendió en el 2017 por segundo año consecutivo, al finalizar el ejercicio con 104.517 MW de potencia instalados, un 0,6% menos que el año anterior. Este descenso se debió principalmente al cierre definitivo de la central nuclear Santa María de Garoña de 455 MW, que permanecía inactiva desde finales del 2012. Las variaciones en el resto de tecnologías fueron nulas o poco significativas.

Por su parte, en los sistemas no peninsulares, la demanda anual de energía eléctrica finalizó 2017 con 15.422 GWh, según datos estimados, un 2,6% más que el año anterior. Por sistemas, en Baleares, Canarias y Melilla la demanda creció un 3,8%, un 2% y un 1,1% respectivamente, mientras que en Ceuta descendió un 4,1%.

El 33,3% de la producción eléctrica en la península procedió de fuentes renovables, frente al 40,8% del año anterior. Se trata del peor dato de los últimos cinco años y es consecuencia del impacto de la sequía sobre la producción hidráulica, que registró una caída del 48,4% frente al año anterior, según Red Eléctrica.