A la entrada del museo, varias personas que se percataron de la presencia de Rajoy empezaron a proferir gritos de “presidente”, mientras otros le invitaban a irse: “¡Fuera, fuera!”, repetían. Igualmente, algunos espontáneos se quejaron de la existencia de “presos políticos”, refiriéndose a los miembros del Govern cesado que están encarcelados.

La conservadora Eva Pascual fue la encargada de enseñar a Rajoy las piezas más importantes de las 18.000 que alberga el museo. La más antigua es un muñeco de finales del siglo XIX. Este museo, explicaron fuentes populares, recibió 40.600 visitas en 2016.

“Es el juguete que todos queríamos cuando éramos niños”, dijo el presidente al contemplar uno de los trenes más antiguos de la sección. También pudo ver "la bombonera de Badalona", una reproducción de un coche de bomberos de 1910.

Igualmente, al ver las canicas antiguas, recordó que de pequeño jugaba en León a "bola y quiricola". Asimismo, recordó que jugaba con una peonza a "trompo canicas y tacón". Las peonzas de cuando era pequeño estaban hechas de madera de boj (como la novela de Camilo José Cela).

En la visita guiada, el presidente pudo ver los juguetes donados por Ernest Lluch, así como distintas máquinas de coser, la muñeca Mariquita Pérez y la pieza estrella del museo, un osito de peluche comprado en París por los padres de Salvador Dalí para él y su hermana Ana.