Calvo dijo que se enteró de que la operación se realizó en Panamá, a través de la compra de Aguas de América, lo que supuso adquirir el 75% de Inassa, y señaló que se hizo “con transparencia y legalidad" y fue "beneficiosa para el Canal y la Comunidad”.

Indicó que como “no es habitual” hacerlo desde un paraíso fiscal, se pidió un informe fiscal al despacho de Garrigues en el que se manifiesta que “todo es legal y era igual hacerlo en Panamá que en Colombia”.

Asimismo, calificó de “fantástica” la decisión de comprar Inassa y explicó que aunque no está encausado ni investigado en la causa, su nombre aparece porque un “supuesto corrupto”, refiriéndose al expresidente del Canal y de la Comunidad Ignacio González, “nos ha difamado a todos en unas conversaciones”.

Esta operación costó más de 80 millones de euros y según conversaciones de Ignacio González intervenidas por la UCO, el expresidente de la Comunidad Alberto Ruiz-Gallardón “pagó por 100 lo que no vale por 30”.

Francisco Olmos Fernández-Cornugedo, investigado en la ‘operación Lezo’ y exgerente de Aguas de Barcelona en Colombia y posteriormente alto directivo de Inassa, dijo en la citada comisión sobre la corrupción política que esta “transacción” fue “transparente, justa y buen negocio para el Canal”.

Tras ser preguntado por las razones de hacer esta operación desde un paraíso fiscal, dijo que se debió a que Barranquilla, sede de la empresa, está más cerca de Panamá que de Bogotá. Igualmente, señaló que en esos momentos en Barranquilla había mucha inseguridad y un número de muertes superior a los asesinatos de ETA en toda su historia.

Manifestó que las inversiones en Panamá "daban la seguridad que no daba Colombia" y consideró que el exgerente del Canal Ildefonso de Miguel, quien declaró ante la UCO que Olmos fue el artífice de esta operación de compraventa, es “un mentiroso enfermizo”.