Sin embargo, no está claro si todos los colmillos y las colas fueron arrancados de elefantes cazados furtivamente en áreas protegidas en el sudeste de Camerún solamente o de las vecinas Gabón y la República del Congo, según señaló este jueves WWF.

Esta organización felicitó a la policía por estas incautaciones, pero insistió en la urgencia de actuar en África central, donde las poblaciones de elefantes africanos de bosque han disminuido un 66% en los ocho últimos años en un área de casi seis millones de hectáreas.

WWF indicó que ésta es una de las mayores incautaciones que la policía ha llevado a cabo en Camerún y la tercera gran incautación de colmillos de elefante en este país en 2017.

El pasado 10 de noviembre, la policía se incautó de 158 colmillos de marfil, 26 bolsas de escamas de pangolín que pesaban 1,050 kilos y 124 cabezas de loro gris africano de tres traficantes en la ciudad de Duala.

En marzo, los agentes de aduanas detuvieron a otros dos traficantes en Bertoua (este de Camerún), con 159 colmillos de marfil. Posteriormente, el tribunal dictó una multa de 500.000 dólares (unos 425.000 euros) y cinco meses de prisión a los condenados.

El último decomiso hace que la cantidad de colmillos de elefantes incautados sólo en 2017 sea de al menos 600, la mayoría de ellos provenientes del sudeste del país. Además, esta incautación destaca por la creciente participación de personas implicadas, incluidos administradores, funcionarios judiciales y oficiales militares de alto rango en casos de tráfico de marfil en Camerún.

"El papel de la corrupción estatal en los delitos contra la vida salvaje es evidente en este caso y si bien encomiamos a las autoridades en Camerún por la operación exitosa, también esperamos un proceso judicial rápido y transparente para poner a los culpables tras las rejas", dijo Margaret. Kinnaird, líder del Programa de Especies de WWF.

"MATANZA SIN SENTIDO"

El responsable del Programa de Especies de WWF España, Luis Suárez, comentó que “cuando el mundo está a punto de celebrar el cierre del mercado nacional legal de marfil de China, el más grande del mundo, a finales de este año, también nos gustaría ver un mayor esfuerzo por parte de los países de origen del marfil”.

“Tenemos que poner fin a la matanza sin sentido de los elefantes africanos, en particular de los elefantes de bosque, que han registrado un alarmante descenso de la población en la última década", añadió.

Suárez comentó que, según los censos realizados por WWF con socios en cuatro países de África central, las poblaciones de elefantes de bosque han disminuido un 66% en ocho años en un área de casi seis millones de hectáreas.

Ante la gravedad de este problema, Suárez indicó que WWF mantiene la campaña ‘STOP Tráfico de Especies’ en la lucha contra “este gran negocio de la extinción, que es equivalente al de drogas y armas y que mueve entre 10 y 20.000 millones de euros al año”.