Así se pronunció el sindicato tras publicarse el dato de IPC de noviembre, que recoge una tasa anual del 1,7%, en un comunicado en el que denunció que “los salarios continúan perdiendo poder adquisitivo y la senda de crecimiento de la desigualdad continúa al alza”.

“Los sueldos siguen cayendo y esto, además de una injusticia que colabora al crecimiento de la desigualdad, se convierte en un riesgo para la economía, al frenar el crecimiento y el empleo, porque los factores externos que empujaron la economía en los años anteriores, básicamente la caída de los precios del petróleo y el acceso barato al crédito, ya apuntan su agotamiento”, agregó.

Por ello, para UGT es preciso actuar para aumentar la demanda interna, impulsando el consumo y la inversión, porque se necesita “continuar en una senda de crecimiento que permita crear más y mejores empleos”.