Así lo avanzó el propio Iceta en una entrevista en la que dijo que "si en dos años la vía del diálogo, la negociación y el pacto no ha generado frutos, yo no podría seguir como presidente. Si nuestra vía no ofrece resultados en un plazo razonable, no podremos seguir gobernando. Esto no es un cheque en blanco infinito y eterno", según Rac1.

Este compromiso es similar al que ofreció en su día el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, cuando optó en 2016 a la Presidencia del Gobierno y se comprometió a someterse a una cuestión de confianza a los dos años de su mandato.

El PSC está centrado esta campaña electoral en presentar a Iceta como presidencial y como la “única” opción para “reconciliar” a los catalanes. Una vez los datos del 21-D le den “legitimidad” para optar a la Presidencia, se pondrían manos a la obra a negociar un gobierno “transversal” y “lo más solvente y sólido posible”.

Dentro de este plan, los estrategas del PSC reconocen que lo primero es que ninguno de los dos grandes bloques sume claramente. Así, tras unos días de dejar en reposo los resultados electorales, el PSC se ofrecería como alternativa.

En este proceso consideran que es importante “separar” la investidura del Gobierno. Pese a que a Iceta le gustan los gobiernos de coalición, es consciente de la complejidad que tendría en la situación actual catalana y apostaría más por acuerdos parlamentarios y por recuperar la política en el Parlament. De hecho, en el PSC ya avanzan que un supuesto Ejecutivo liderado por Iceta no contaría con miembros de otros partidos pero sí con independientes, además de un ‘conseller en cap’.

Sería en esas negociaciones en las que el líder socialista pondría sobre la mesa la opción de una legislatura corta en el caso de que no se logren avances para Cataluña, pero lo ven como un “compromiso” que se tiene que fijar en la propia negociación.

Lo ven como una forma también para “presionar” al Gobierno estatal para que se avance en la consecución de objetivos para Cataluña, así como un factor que ablande los vetos cruzados que mantienen el resto de partidos.

Hace unos días, en un acto en Badalona, Iceta se comprometió a resolver hasta 30 de las 46 demandas que el presidente cesado Carles Puigdemont le trasladó al principio de la pasada legislatura al presidente Mariano Rajoy. En concreto, se ofreció a resolver en un año "25 o 30 de las 45", dejando fuera la demanda 46 de Puigdemont, que era la de un referéndum de independencia.