En los pasillos del Congreso de los Diputados, Rivera condenó ese asesinato y alertó de que en un país democrático no se puede tolerar la comisión de "delitos de odio" y menos aún "por llevar los símbolos oficiales de un país".

Pidió por ello una reflexión sobre "cómo hemos llegado hasta aquí" y apostó por un trabajo de fondo en la educación para inculcar valores civiles y constitucionales para que cualquier ciudadano pueda optar en libertad por lucir o no los símbolos de su país con toda normalidad.

Responsabilizó de esa situación al "odio que algunos han inoculado durante muchos años" y alertó de la "escalada" de insultos y ataques también en las redes sociales, que sufren especialmente los candidatos a las elecciones del próximo día 21 en Cataluña.

Dejó clara su condena a todo tipo de ataques y reconoció que echa en falta que otros hagan "lo mismo" y no condenen solo los que les afectan directamente. Apostó además por "cambiar las cosas" en Cataluña precisamente para "tranquilizar las aguas" y que no haya "bandos ni enfrentamientos".