En un acto de partido celebrado en la Seu Vella de Lleida, Arrimadas pidió la confianza de los catalanes para meter “aire fresco” en la Generalitat después de 30 años de nacionalismo. “A ver qué sale de ahí”, se preguntó.

Aseguró que “todo el dinero que veamos” que ha ido a parar a las “alcantarillas por corrupción” o a los “chiringuitos” del ‘procés’ se va a “meter en políticas sociales, en dependencia y no en independencia, que es lo que han estado haciendo estos señores todos estos años”.

Advirtió, asimismo, de que el “cambio de verdad” que precisa Cataluña no pasa por “reeditar un tripartito, como parece que quieren hacer los señores de Podemos y Miquel Iceta” ni tampoco puede llegar de la mano de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras porque “van a hacer lo mismo” si vuelven a gobernar.

Por ello, insistió en que “el único cambio de verdad es Cs”, al ofrecer “el único voto claro y nítido” para abrir la puerta a una nueva etapa. “¡Nunca hemos tenido tan cerca ganar al nacionalismo como ahora!”, enfatizó, pero avisó de que para ello “no se puede quedar ni un solo voto en casa”.

“Quiero ser la presidenta de las políticas sociales que entierre el ‘procés’”, declaró la candidata de Cs, al tiempo que valoró que tiene “opciones reales” para hacerlo si se tienen en cuenta las últimas encuestas reflejan que la formación naranja estaría pisando los talones a ERC.

Además, se comprometió a ir a Bruselas si resulta investida presidenta para reunirse con las instituciones y defender los intereses de los catalanes mientras que Puigdemont, recordó, “está deseando hacer otro referéndum para salir de la Unión Europea” y ya ha “añadido a su lista de fachas” al club comunitario.

Por último, avanzó su compromiso de “ir a hablar” con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y asistir a la Conferencia de Presidentes si logra su objetivo de representar a todos los catalanes. “Voy a ir a defender infraestructuras para Cataluña, pero no lo voy a hacer diciendo España nos roba, lo voy a hacer con argumentos”, finalizó.