Barbero se pronunció así en la rueda de prensa en la que se presentó el dispositivo de seguridad para las Navidades, que se produjo poco después de conocerse que el juez continuará adelante con la investigación tras tomar declaración a los tres agentes, por detectar indicios de injurias y delitos de odio, aunque no de amenazas, en sus comentarios en el chat.

Para el delegado, el juez ha dejado “muy claro” que el delito a investigar “no eran amenazas sino delito de odio”, y él suscribió que le “parece correcto” y que “tiene una lógica importante”. Una vez judicializado el tema, asumió que debe esperar el expediente interno, que podría derivar en “medidas disciplinarias” e incluso la expulsión de los agentes, según dijo en su día Barbero y confirmaron hoy fuentes del Área, que prometieron “prudencia y contundencia” para afrontar el tema. Ahora bien, ese expediente “sigue su curso”, porque “hay que ir al fondo de las cosas”, y sigue averiguando si habría más agentes implicados en los comentarios presuntamente delictivos.

El juez también ha desestimado tomar medidas cautelares de prisión preventiva para estos policías, y el inspector jefe de la Policía, Teodoro Pérez, que también compareció en la rueda del dispositivo navideño, tuvo que aclarar que la protección que dispuso el Ayuntamiento para el agente que denunció los hechos lo decidió la Unidad de Escoltas, y que ésta “sigue evaluando de manera constante si el riesgo se sigue manteniendo, independientemente de la de decisión judicial sobra las medidas cautelares”.

“Los criterios son distintos. Se va a evaluar semanalmente. No seguimos lo que diga el juez. No podemos estar atendiendo a las decisones judiciales, nuestros cometidos son distintos, no tenemos que seguir el mismo ritmo”, justificó el inspector jefe.