El juez tomó la decisión de continuar las diligencias previas en el denominado ‘caso del chat policial’, iniciadas por una denuncia por amenazas presentada en el Juzgado de Guardia, después de tomar declaración a los tres agentes.

El magistrado entiende que "existen indicios de la supuesta comisión de un delito de odio y otro de injurias" por parte de los tres policiales municipales.

No obstante, el juez considera que no se dan las condiciones para acordar la medida cautelar de orden de protección solicitada por el agente amenazado.