El diputado del PDeCat Jordi Xuclà pidió el voto de toda la Cámara, y en especial “de los progresistas del PSOE, para repudiar” este artículo de la Constitución española y devolver el autogobierno pleno” a Cataluña.

Con esta moción consecuencia de interpelación presentada, el PDeCat reclamaba derogar todos los decretos de “suspensión de la autonomía de Cataluña” justo cuando se cumple un mes de la aprobación por parte del Gobierno de las medidas acordadas en virtud del artículo 155 y que conllevaron al cese completo del Govern y a la convocatoria de elecciones el 21-D.

Xuclà denunció que la “cooperativa del 155 ha intentado disolver un Govern de un Parlament fuera de las competencias del 155” pero “no se puede anular la voluntad de 2,4 millones de catalanes” que dentro de tres semanas se pronunciarán en las urnas y “será necesario hacer una lectura política ajustada de la realidad”.

“Y no la opción del vicepresidente del Senado, el señor Pedro Sanz, o del candidato Xavier García Albiol, partidarios de restaurar el artículo 155 si no les gusta el resultado. Esta es la versión ‘hardkcore’ política, de aquello de la maté porque era mía”, expuso el parlamentario del PDeCat.

A su juicio, el 155 no ha servido “para parar la voluntad de un pueblo, que se volverá a manifestar en las urnas con voto libre y secreto” el 21-D, y su “gran legado” y “la gran obra del 155” es que el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, habla del traslado a Aragón de las obras de Sijena.

“MÁS FACHAS QUE ELLOS”

El portavoz de ERC, Joan Tardà, cargó directamente contra el PSOE y le dijo que “sin su complicidad no hubiera sido posible la aplicación del 155”, “la suspensión del autogobierno” de Cataluña ni “el encarcelamiento de nuestro gobierno”. “Nunca, nunca nos hubiéramos pensado que serían más fachas que ellos”, apostilló el parlamentario de Esquerra.

Tardà defendió desde la tribuna del Hemiciclo que, si ganan las elecciones del 21 de diciembre, harán “lo imposible” para que el Ejecutivo de Mariano Rajoy “abandone el camino autoritario y vayan en la senda de la necesidad de pactar unilateralmente”. Por ello, pidió al PP que deje de “tocar las narices” a los catalanes y no usurpe las competencias de las instituciones autonómicas.

Por su parte, Mikel Legarda, del PNV, dijo que no estamos ante “modas pasajeras respecto a la sensibilidad nacional catalana y vasca”, sino que “estamos ante un problema político con profundas raíces sociales”.

Jaume Moya, de En Comú Podem, anunció que en Unidos Podemos son partidarios de la derogación del artículo 155 y de la recuperación del autogobierno de Cataluña, ya que quieren que el Estado de Derecho “no sea ni despótico ni autoritario”.

La parlamentaria Mercè Perea, del PSOE, contestó al calificativo de “fachas” que lanzó Tardà a los socialistas y le dijo: “Me acaba de elogiar llamándome facha, a Serrat también le llamaron facha”.

“INDECENTES”

La diputada del PSOE llamó “indecentes” a los miembros del PDeCat y les recordó que tras las elecciones de diciembre los “efectos” del artículo 155 de la Carta Magna quedarán “totalmente abolidos” y las instituciones catalanas “volverán a recuperarse”.

Por su parte, José Manuel Villegas, de Ciudadanos, criticó que el PDeCat presente una moción “para eliminar el 155” cuando son “unos golpistas”. “Después de fracturar Cataluña, tendrían que venir aquí a pedir perdón, a pedirnos perdón a los catalanes y a todos los españoles”, aseveró.

Denunció la “desfachatez” de los independentistas por venir al Congreso a “dar lecciones” y a “pedirle a la democracia española que se desarme, se arrodille frente a los golpistas, no reaccione y derogue el artículo 155, el arma que la Constitución prevé contra este tipo de actuaciones”. Ante ello, aseguró que la democracia “no se arrodilla” ante quienes quieren “romperla”.

La diputada del PP Alicia Sánchez-Camacho defendió que el 155 está siendo “una garantía contra el abuso” de los independentistas y que no ha supuesto la suspensión de la autonomía, sino que “la ha reforzado y consolidado”. Se trata, dijo, de una decisión que está siendo “muy positiva” en el primer mes de su aplicación, en el que se ha podido observar “que gran parte de las políticas sociales en Cataluña estaban paralizadas”.