Según informó hoy la asociación El Defensor del Paciente, la mujer, de 74 años de edad y con síntomas de mareo, vómito, fuerte dolor en el brazo izquierdo, hormigueo y adormecimiento del mismo, contactó con sus familiares que, de forma inmediata, avisaron al 061 durante la madrugada del 27 al 28 de diciembre de 2005.

A pesar de que la paciente mostraba síntomas claros de patología cardiaca, el citado servicio no envió una UVI móvil, personándose tan sólo un facultativo que, de manera errónea, le diagnosticó nerviosismo. La mujer falleció horas más tarde.

La resolución judicial admite que la muerte de la paciente se debió a la actuación negligente de los facultativos actuantes, que no sometieron a la misma a un tratamiento rápido y eficaz.

Asimismo, considera que existió un retraso en la asistencia médica domiciliaria, que tardó más de una hora en llegar y no contó con una UVI móvil a pesar de la clara sintomatología que mostraba la enferma.