Pese a que el Ministerio de Transportes alemán ha aceptado que talleres españoles instalen el aparato en los vehículos, todavía pasarán semanas hasta que haya talleres preparados en España, ya que es preciso formalizar las solicitudes y organizar cursillos para los operarios, según Pardo.

Mientras tanto, los transportistas tienen que soportar retenciones de horas en la frontera alemana y, para curarse en salud, a veces abonan un peaje superior al que les correspondería.

Los conductores se quejan de que el sistema de pago "está funcionando mal, que tienen retrasos de horas en las fronteras, que a veces, para curarse en salud, pagan muchísimo más peaje del que verdaderamente necesitan, que a veces les vence el peaje y tienen que pagarlo otra vez", según Astic.

Mientras que las empresas instalan los dispositivos en los camiones, bien en Francia, Alemania o Polonia, bien en España cuando esto sea posible, a los transportistas sólo les queda "seguir funcionando más o menos así, malamente", afirmó Pardo.

Al coincidir la implantación de la tasa con la temporada invernal, la exportación de productos españoles que más obstaculizada se ha visto ha sido la de cítricos, que además están sujetos a unas "fechas de llegada muy estrictas", según Astic.

"Estos productos tienen que llegar a unos cierres en unos mercados centrales muy grandes y el hecho de que el conductor tenga que pararse, tenga que realizar todas estas operaciones, y luego además le obligan a veces que hacerlas varias veces a lo largo del recorrido en Alemania, afecta a la posibilidad de llegar puntualmente a su punto de destino", subrayó Pardo.