En un estudio publicado en la revista "Perspectivas del Sistema Financiero", que edita la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), los expertos estudian el fenómeno de la exclusión financiera en Europa, haciendo hincapié en el contraste entre la homogeneización institucional derivada de algunas políticas de integración y la diversidad de necesidades financieras en el ámbito social y geográfico.

Según estos autores, el acceso a los recursos financieros guarda una relación directa a la hora de explicar el incremento de la tasa de crecimiento económico de un determinado territorio, como elemento de integración y cohesión social, tanto en países desarrollados como en las áreas más deprimidas.

En el caso de los países de la UE-15, el porcentaje de acceso a los servicios financieros básicos se sitúa en el 89’6%, media que superan Dinamarca (99’1%), Holanda (98’9%), Alemania (96’5%), Francia (96’3%), Luxemburgo (94’1%) y España (91’6%). En el extremo opuesto cabe citar los casos de Italia (70’4%) e Irlanda (79’6%).

En lo que se refiere a las oficinas por cada 100.000 habitantes, destacan los casos de España (95’8%), Austria (53’4%), Bélgica (53’1%), Italia (52’1%) y Portugal (51’6%); datos que contrastan de forma significativa con los observados para Eslovenia (2’2%), Lituania (3’4%), Polonia (8’2%) y la República Checa (11’1%).

"En cuanto a los cajeros automáticos, de nuevo se observan importantes divergencias en el nivel de desarrollo tecnológico en los servicios bancarios. Mientras que en países como España y Portugal los cajeros por cada 100.000 habitantes superan holgadamente los 100, República Checa, Hungría, Lituania, Polonia y Eslovaquia no superan los 30", señala el informe.