Las mismas fuentes indicaron que el 90 por ciento de estas embarcaciones pasan las revisiones anuales y se someten a los dictámenes de los inspectores de Marina Mercante, que son los responsables de garantizar la seguridad de estas naves.

El jefe del área de Construcción Naval de Marina Mercante, Carlos Miranda, aseguró en declaraciones a Serimedia que ninguna "golondrina" (embarcaciones turísticas) de las que navegan en las costas marítimas lo hace sin los permisos y sin haber pasado las inspecciones de su departamento.

Miranda aseguró que de lo contrario estas embarcaciones no podrían hacerse a la mar, porque están totalmente controladas. No obstante, precisó que cuando estos barcos utilizan aguas interiores para sus periplos (lagos, embalses, ríos o estanques) el control es más difícil, porque la navegación interior debe estar supervisda por ayuntamientos y comunidades autónomas, que son los propietarios de estas aguas.

Sobre este asunto, los máximos responsables de la seguridad marítima indicaron que sus medios técnicos y humanos son suficientes para revisar todas las embarcaciones, emitir los permisos necesarios y realizar las pruebas que marca la ley, con el fin de garantizar la seguridad de los usuarios de la náutica de recreo y de los catamaranes turísticos.

No obstante, las citadas fuentes admitieron que lo que escapa a u control son los casos en que los propietarios de estas embarcaciones transgreden la ley, realizan modificaciones en los cascos de los barcos sin las debidas autorizaciones o se hacen a la mar sin permisos de navegación o sin las titulaciones correspondientes de patrón de barco, algo que ocurre casi siempre con las embarcaciones en aguas interiores.

EMERGENCIAS MARITIMAS

La última campaña realizada por el Ministerio de Fomento para incrementar la seguridad de los usuarios de la náutica de recreo reoge las estadísticas de emergencias del año 1997, período en el que se contabilizaron 1.757 emergencias marítimas, de las que 915 correspondieron a embarcaciones de recreo (249 accidentes y 666 incidentes).

De acuerdo con estos datos, el 54,6 por ciento de las emergencias del pasado año en las embarcaciones de recreo se debieron a fallos mecánicos y un 10,5 por ciento a evacuaciones médicas, radiobalizas, falsas alarmas, etcétera.

Un 9 por ciento de los percances ocurrieron al varar las embarcacines, un 8,5 por ciento de los barcos con emergencia desaparecieron o no hubo noticias de ellos, un 5,8 por cien volcaron o se escoraron, un 4,8 por ciento se hundieron y un 3 por cien se incendiaron o explotaron.