Las estimaciones de la OIT sitúan la población activa mundial en unos 2.800 millones de personas, a los que se suman unos 120 millones de desempleados y 700 subempleados.

La organización internacional defiende que para recuperar las tasas de empleo en los países en vías de desarrollo será necesario incrementar el índice de productiviad y fomentar la creación de pequeñas empresas, que han logrado un éxito importante en países como la India y Bolivia.

Los países asiáticos son los que han experimentado un descenso más drástico del paro en los últimos años, pero las condicciones laborales son en muchos casos extenuantes, con represión a los sindicatos, falta de seguridad en las fábricas y horarios excesivos.

DIFERENCIAS REGIONALES

Las diferencias regionales son especialmente acusadas en Latinoamérica, donde algunos países, com Chile, han conseguido disminuir de manera espectacular su tasa de desempleo, que ha pasado de más del 25 por ciento al 5 por ciento, mientras otros, como Haití y Cuba, mantienen tasas de desempleo del 80 y el 51 por ciento, respectivamente.

En los países del centro y sur de América, el sector informal o no estructurado de la economía ha supuesto en los últimos años una de las escasas respuestas al desempleo, frente al estancamiento de la industria.

Mientras en la década de los 80 daba trabajo al13,4 por ciento de la población activa, en los años 90 ha llegado a ocupar casi al 20 por ciento, lo que significa que ocho de cada diez empleos creados desde 1990 corresponden a este sector.