"Por eso", agregan, "rechazamos también la agresión que se nos ha venido inflingiendo desde la venta fraudulenta de Sintel por parte de Telefónica y el incumplimiento de los acuerdos de 3 de agosto de 2001 entre el Gobierno, Telefónica y los sindicatos, que nos llevaron a levantar el Campamento de la Esperanza".

Agregan que desde esa fecha, más de mil familias están viviedo una situación "insostenible y angustiosa, agravada por la finalización de la prestación por desempleo. "Sólo desde una situación así de impotencia cabe comprender, que nunca justificar, una agresión como la sucedida", añade.

"Los trabajadores de Sintel", agrega el comunicado, "continuaremos la lucha pacíficamente, como lo hemos hecho todos estos años, hasta recuperar el puesto de trabajo que Gobierno y Telefónica nos han robado".

Finalmente hacen un llamamiento al diálogo a todas las partes imlicadas para dar solución definitiva a esta "trágica situación".