Así lo indicó en una entrevista en Servimedia después de la proliferación de estas cocinas en los últimos años por la ciudad, provocando la queja de numerosos vecinos y con las consiguientes denuncias.

El alcalde explicó que ya está en trámite la modificación de las normas del Plan General “para que se limiten las cocinas industriales en el entorno residencial” y, por tanto, “sea esencialmente donde haya usos industriales”.

En ese sentido, Almeida afirmó que desde el Ayuntamiento fueron conscientes de la sensibilidad que ese tema despertó. Por ello, “pusimos en marcha esta modificación que confío que se podrá aprobar y que limitará definitivamente desde el punto de vista legal lo que son las cocinas industriales en entornos residenciales o entornos educativos”.

En segundo lugar, en relación a la sentencia que afectaba a la cocina junto al colegio Miguel de Unamuno, indicó que el Consistorio recurrió “no porque no compartiéramos que pudiera haber un perjuicio como consecuencia de esa cocina y sí por el precedente jurídico que podría sentar en relación a dos cuestiones”.

Apuntó que, en primer lugar, en cuanto a lo que son los informes de evaluación de impacto ambiental y, en segundo lugar, porque esa sentencia decía que no se había emitido un informe por parte de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid que “nosotros entendemos que sí se ha emitido”. Por tanto, “podría sentar un precedente que podría afectar a muchísimos casos en la ciudad de Madrid”.

Almeida recordó que se comprometieron a revisar esa licencia “por si había habido una licencia previa que a nosotros no nos constaba para anular en su caso la que hubiera”.

En todo caso, concluyó el regidor madrileño, “ya han sido abandonadas esas cocinas industriales y el promotor de las mismas ya ha dicho que no las va a utilizar, por lo que el problema está resuelto”.