Ruiz del Olmo, del PP, declaró a Servimedia que si no se diseña con suficiente antelación un tejido económico alternativo a l actividad de la instalación nuclear, la comarca podría sufrir un progresivo proceso de despoblamiento.

El primer edil de Almonacid de Zorita recordó que este municipio ya dispone de un Plan Integral de Desarrollo, que se complementa con el que existe para la comarca, por lo que indicó que estos documentos podrían servir de base para elaborar un plan de desarrollo que ofrezca alternativas a la actividad económica que genera la central.

Asimismo, señaló que este plan alternativo debería incluir unmodelo de financiación que lo hiciera viable y garantizara las inversiones necesarias para su ejecución.

El alcalde explicó que, si bien no existe un cálculo del empleo indirecto que genera la central, en esta instalación trabajan 350 personas, la mayoría de las cuales habitan cerca de la central.

En este sentido, apuntó el enorme impacto que el cierre de la nuclear tendría en Almonacid de Zorita, donde viven un millar de personas. Aunque no todos los trabajadores residen en este municipio, se trta de una zona con una baja densidad de población, ya que la población en un radio de 15 kilómetros en torno a la central es inferior a los 15.000 habitantes.

Por este motivo, Gabriel Ruiz del Olmo destacó que el anuncio de cierre de la central ha provocado "sorpresa y preocupación" en la población, aunque reiteró que la corporación municipal, integrada por seis concejales del PP y uno del PSOE, respeta la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo que ha propuesto el cierre de la cental en el año 2006, pese a que la compañía propietaria, Unión Fenosa, había solicitado una prorroga hasta 2008.

A su juicio, en la decisión del CSN "han pesado razones técnico-políticas", ya que opinó que la presión social y política ejercida en los últimos meses a favor del cierre ha podido influir en el veredicto de ese organismo. "Nosotros creemos", agregó, "que la central podría haber funcionado hasta el año 2008 en condiciones de seguridad, tal y como se había solicitado".

Respecto al empleo ue generarán los trabajos de desmantelamiento, manifestó que "la experiencia de la central de Vandellós I ha demostrado que se trata de trabajo temporal, ya que sólo perdura durante dos o tres años".