Gil explicó a Servimedia que al igual que osos olares y pandas, los animales llamados "de altura", como los renos, padecen especialmente las elevadas temperaturas, que han superado los 40 grados centígrados en algunas zonas de la capital.

En verano, los servicios del Zoo renuevan continuamente el agua de la piscina de los osos polares, mientras que en invierno, ese agua sólo se cambia "cuando está sucia", dijo Gil: cada semana o cada diez días.

Además, los osos polares disponen permanentemente de una ducha en su piscina, con la que juguetean ólo en verano.

Los osos pandas también merecen especial atención de los cuidadores del Zoo de Madrid en días de calor, hasta el punto de que estos animales, originarios de Indochina y extremadamente sensibles, disponen de aire acondicionado en su recinto.

COMEN MENOS

Osos polares, pandas, renos y todos aquellos animales "de altura" afectados por la temperatura de Madrid, comen menos en esta época, afirmó Ramón Gil.

"Se observa", manifestó el director técnico, "que este tipo de especies disinuyen su dieta diaria (pescado en el caso de los osos) y rechazan parte de la comida; pero esto es cíclico y normal en esta época del año".

"Suelen comer más en primavera que ahora. Los osos, por ejemplo, se pasan el tiempo en la ducha refrescándose", concluyó.