En una rueda de prensa en el Congreso tras la reunión del Grupo Popular, Zaplana recalcó que los dirigentes socialistas "se lo debían hacer mirar", porque el debate estatutario, "junto a la negociación con ETA, es uno de los líos gordos en los que se ha metido el PSOE y el Gobierno para el futuro de nuestro país".

Insistió en que "España no se hace desde la aportación de las partes", y se refirió al discurso del ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, al que "le mandan callar. Cómo cambian los tiempos, cuando era él quien decía que el que se movía no salía en la foto, y ahora le dicen que a callar".

"El presidente de la Comisión Constitucional, que, además, ha sido durante muchísimo tiempo vicepresidente del Gobierno de España y el número dos del PSOE", continuó, "alza su voz y le mandan a los leones inmediatamente teniendo toda la razón del mundo, porque es impecable su discurso".

Por otro lado, dio por "zanjada" la polémica por las declaraciones del líder del PP catalán, Josep Piqué, que situó en el "pasado" del partido al propio Zaplana junto al secretario general, Ángel Acebes. Explicó que hoy le ha llamado el presidente de los populares en Cataluña y que ya pidió disculpas públicas.

En cuanto a la reunión del grupo, aseguró que "ninguno de los miembros ha hecho la más mínima referencia, todo lo contrario, el grupo parlamentario funciona muy bien, tiene un nivel de cohesión elogiable, y ha hecho una valoración tremendamente positiva del periodo de sesiones que ha concluido".

LA SALUD DEL PP

Explicó que este primer año ha sido "exitoso desde el punto de vista del debate, ninguno con serios problemas para el Partido Popular", para añadir que "este Gobierno nos ha metido en tantos problemas y tan serios que han canalizado el debate en los últimos tiempos".

Preguntado por la propuesta de reforma del Estatuto valenciano, recalcó que "será estudiada, razonada y enmendada como cualquier otra iniciativa, viene con el consenso conseguido entre dos formaciones políticas en la Comunidad valenciana, y esto, como primer paso, es un valor muy positivo" del que "otros deberían aprender".

"Aunque pensara que el texto es impecable desde la primera coma hasta la última, no negaría la posibilidad de enmienda, porque estaría haciéndole un flaco favor al Parlamento, a la soberanía nacional", subrayó.