Zaplana declaró en rueda de prensa que la actitud de las distintas instituciones del Estado de Derecho "tiene que seguir siendo la misma". A su juicio, se trata de una "exigencia legal y moral", dado que "el Estado no está en tregua".

En el escrito registrado en la Cámara Baja, el PP solicita la comparecencia de Conde-Pumpido "para que explique las razones por las que, en su opinión, el alto el fuego de ETA incide en los procesos que se están llevando a cabo en la Audiencia Nacional, y las instrucciones que ha dado a los Fiscales de la Audiencia Nacional con este motivo".

El dirigente popular manifestó que las palabras de Conde-Pumpido resultan "tremendamente alarmantes y fuera de todo sentido" y se preguntó si responden a una "iniciativa propia" o "recibe instrucciones del presidente del Gobierno".

Zaplana recordó al fiscal general que su función no pasa por ser "intérprete de la ley", sino que "lo que tiene que hacer es cumplirla" y anunció que Rajoy aprovechará la reunión del martes con Zapatero para transmitir su protesta al presidente del Gobierno por las palabras del fiscal general.

REUNIÓN ZAPATERO-RAJOY

Asimismo, aseguró que el encuentro de la próxima semana entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición debe servir para que Zapatero cuente a Rajoy "cuáles son sus planes" sobre un proceso de paz.

Según dijo, Rajoy "va a escuchar" lo que tenga que decirle el presidente y posteriormente tomará una decisión política "en función de cómo se produzcan los términos de la entrevista".

Zaplana reiteró que el PP ha estado siempre "abierto" a colaborar con el Gobierno "en la derrota del terrorismo" y acusó directamente a Zapatero de haberse cargado el Pacto por las Libertades con su "política de gestos" al nacionalismo vasco y el entorno etarra.

Además, opinó que la resolución que aprobó el Congreso autorizando al Gobierno a negociar con los terroristas "no sería aplicable" todavía tras el comunicado de ayer, ya que considera que todavía no se ha producido el abandono de las armas.

Zaplana añadió que el documento difundido por ETA mantiene el mismo objetivo de siempre: "la autodeterminación". En este sentido, rechazó cualquier tipo de concesión a los terroristas por dejar de matar y resaltó que, en 1998, hubo "unanimidad" dentro del PP y del PSOE para no pagar un precio político y preservar el respeto a las víctimas.