Zaplana considera que si el Consejo de Ministros no adjudica hoy las obras de la nacional III, el Gobierno demostrará que no tiene reparos en incumplir compromisos, "en este caso sellado ante todos los medios de comunicación por el señor Borrell conmigo para adjudicar el tramo pendiente".

Tras afirmar que "s una vergüenza que venimos arrastrando desde hace muchísimos años", Eduardo Zaplana declaró a la Ser que no se trata sólo de "la mano" del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, sino "del vacío absoluto del Partido Socialista a la hora de tener que tomar una decisión. Aquí nadie se atreve, es una jaula de grillos y están abandonados los intereses de los ciudadanos y está abandonada la gestión de gobierno, y se mueve todo en clave de las alianzas internas del propio partido".

Indicó que deben se los intereses de los ciudadanos los que primen siempre, por encima de cualquier interés particular, por lo que calificó de "deplorable" el retraso en la adjudicación.

El presidente de la Generalitat Valenciana no descartó la existencia de intereses ocultos. "Hay unos beneficiarios claros desde hace mucho tiempo en nuestro país. Yo creo que el puerto de Barcelona es un puerto que se beneficia claramente en detrimento del puerto de Valencia. Que haya habido una mano negra detrás o no, pues no lo sé". A su juicio, la autovía de Valencia debería ser una prioridad para el Ejecutivo central, después del esfuerzo inversor que se hizo en el primero y el segundo plan de carreteras. "Que hoy todavía no esté conectada la capital de España con la tercera ciudad de España (...), la verdad es que uno no tiene ningún dato, pero puede pensar que efectivamente esa mano negra, ayudada por otras crisis importantes en el seno del Partido Socialista, pudiera existir", afirmó.

"Lo que está limitando en estos momenos el margen de actuación del señor Borrell, que yo sí que creo que quiere adjudicar el tramo, es el señor Bono y los equilibrios internos de poder en el Partido Socialista", comentó Zaplana.