Lo dijo el propio presidente en una conversación informal con un grupo de periodistas en los pasillos del Senado, donde se reunió el pleno del Congreso de los Diputados para convalidar el decreto del Gobierno tras el incendio de Guadalajara. Debido a las obras en el Hemiciclo del Congreso, la reunión se celebró en la Cámara Alta.

Rodríguez Zapatero no quiso entrar en el detalle de esos obstáculos, que han surgido a raíz del acuerdo entre CiU y Esquerra Republicana de Cataluna (ERC) para apelar a los derechos históricos en la reforma estatutaria.

Se limitó a expresar su deseo de un estatuto "razonable" que sirva a la sociedad catalana y que sea positivo también para el conjunto de España, y que sea, por tanto, aprobado en el Parlamento autonómico y en las Cortes.

Sobre Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional, por la que debe pasar la reforma, y que ha cuestionado algunos de sus aspectos, se mostró convencido de que hará un buen papel porque así lo avala su trabajo en los preliminares de la aprobación de la Constitución de 1978.

Rodríguez Zapatero aseguró que no había hablado recientemente con Guerra, pero minutos después coincidió con él en los pasillos del Senado, a la entrada del salón de plenos, y se les pudo ver conversando animadamente junto al portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida.