Rodríguez Zapatero hizo esta sugerencia a Berlusconi en rueda de prensa en Roma, tras mantener un breve encuentro con el dirigente italiano y una vez que ambos intervinieron en la cumbre de alto nivel de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

El jefe del Ejecutivo comentó que la política de repatriación de inmigrantes subsaharianos que desarrolla España se basa en acuerdos bilaterales con los países de origen, en los que, además, lleva a cabo una labor de cooperación al desarrollo.

Zapatero dijo que España ha llegado a estos acuerdos gracias a una intensa labor diplomática con los países de origen de los inmigrantes que, en algunos casos, ha concluído con la apertura de embajadas y consulados, principalmente, en el África subsahariana.

A su juicio, las propuestas de reformas legales de Berlusconi para tipificar como delito la entrada ilegal a un país o mantener a un irregular retenido hasta 18 meses "pueden tener una eficacia menor" que la capacidad de cooperación de toda la UE con los países de origen.

A renglón seguido, Zapataro, que dejó claro que desde su gobierno nadie ha tachado de "xenófobo" al Ejecutivo italiano por estas propuestas, dijo que "nadie pude entender que la búsqueda de un trabajo pueda ser una circunstancia que dé lugar a una condena".

Además, el presidente del Gobierno dijo que ya se verá si va a ser eficaz incorporar la condición de inmigrante irregular al Código Penal, y reiteró que le ha trasladado a Berlusconi la experiencia española de devoluciones y repatriaciones que se ha duplicado en los últimos años.

Zapatero también invitó a su homólogo italiano a participar en una política común en tres cuestiones importantes: inmigración, energía y crisis alimentaria.

Precisamente, sobre la crisis alimentaria, Zapatero anunció que el Gobierno destinará en los próximos cuatro años 500 millones de euros para hacer frente a la crisis alimentaria.